México amenazado por los narcos

En realidad, la amenaza de los narcos sobre el turismo mexicano sólo es tal en el estado de Quintana Roo. En el resto del país, especialmente en la famosa zona de Acapulco, la violencia de los narcotraficantes ya ha causado un daño profundo al turismo de la zona. El problema ahora es que esta enfermedad social mexicana se está extendiendo a áreas que estaban libres de ella.

México es un país fantástico, acogedor, amistoso, en el que unas vacaciones pueden convertirse en una experiencia inolvidable. Simplemente todo tiene todo para ello: desde paisajes, cultura a gastronomía o un pueblo amable e interesante. Pero el orden público es deficiente.

México se ha convertido en un país en el que el narcotráfico campa a sus anchas y las autoridades, más que plantarle cara, se han visto en muchas ocasiones implicadas en sus negocios millonarios. El país lleva sufriendo este lastre desde hace ya casi veinte años, sin que haya señales de que el fenómeno pueda estar aproximándose a su fin.

Ahora el peligro puede estar llegando a la coste este. Es imposible, con la información que se hace pública, conocer la verdadera dimensión del problema. Podría tratarse de episodios aislados pero, también, podría ser un síntoma de la extensión de las guerras ya vistas en otros lugares.

La cuestión es que hoy Cancún empieza a tener problemas de imagen que, desde luego, no merece. Pero el turismo es muy poco valiente y, desde luego, no tiene por qué serlo.

Esperemos que las autoridades policiales y políticas de México y especialmente de Quintana Roo sean capaces de aplicar soluciones a largo plazo no por el turismo sino por su propia población que tiene derecho a poder desarrollarse sin arrastrar esta losa que ya ha hundido a Acapulco.