¿Normalidad en el turismo? Ni por asomo. Ayer mismo, Tui, el mayor touroperador de Europa, anunció que suspende sus vuelos y ventas de viajes desde el Reino Unido a una larga lista de países y destinos, entre los que se encuentra Almería y Gerona. Nada menos que Noruega entró ayer en la lista roja para los viajeros de varios países, porque sus cifras de contagios son alarmanetes. Nadie entiende muy bien las razones de todo esto, pero es evidente que la normalidad dista mucho.
Ayer supimos de un nuevo obstáculo que emerge en el horizonte. Como ustedes saben, los británicos fueron los primeros en ser vacunados masivamente en Europa, aunque ahora están casi a la par que el resto del continente. Como los problemas eran pocos, ayer Austria anunció que a todos los británicos les comprobará que la segunda vacuna la hayan recibido no hace más de nueve meses. Si ese fuera el caso, entenderá que no están vacunados.
Hoy este problema afecta los británicos, pero en dos o tres o cuatro meses, nos afectará a todos porque el tiempo pasa y nueve meses desde la vacuna se consumen enseguida.
Si los países, por supuesto sin coordinación alguna y sin una política única, deciden fijar fechas de caducidad de la vacuna que no constan en ningún estudio científico, el año que viene viviremos otro caos, ahora a cuenta de la caducidad de las vacunas.
Sin liderazgo, sin claridad, con políticos de tres al cuarto, este desastre tiene pinta de que puede extenderse durante mucho tiempo. No será precisamente España quien introduzca cordura.
Eso de que los políticos se pongan todos de acuerdo suena mucho a Nuevo Orden Mundial. ¿No habíamos quedado en que cada país era soberano y que no debía seguir los dictados del Globalismo?
Si suena a Nuevo Orden Mundial, se traduce en creencia de conspiración desde el 1er contagio hasta el último vacunado. Todo habría estado preparado. Por consiguiente, todo estaría siguiendo su (maléfico) curso.
Tengo dudas.
No obstante, y en el caso de que la pandemia haya sido algo orgánico, creo firmemente que se debe adoptar políticas globales. No hay opción si no.
El turismo tiene que adaptarse a la nueva realidad del Mundo. Basta de masificación y destrucción de los destinos.
Quedate en tu cueva. No te necesitamos...