Óscar Puente, el ministro de Transportes, ha hecho unas declaraciones sobre la situación de la competencia en el mercado del transporte ferroviario español que son absolutamente razonables. Dijo Puente que Iryo y Ouigo están perdiendo grandes cantidades de dinero y que eso es posible porque sus propietarios, los gobiernos de Italia y Francia, asumen las pérdidas (“Ouigo e Iryo están perdiendo dinero, y mucho”).
Exactamente, lo que dice Puente es correcto.
Los ciudadanos viven un espejismo: cada día los viajes en tren de alta velocidad en España tienen precios más baratos, de forma que el mercado está transformándose. Obviamente, esas bajadas de precios se traducen en pérdidas que tienen también otra víctima que es Renfe, el operador español. O sea, todos pierden dinero, haciéndonos creer que esa es la deseada competencia, cuando la ausencia de operadores privados en ese mercado nos explica que esto no funciona, que no es real.
Lo que no nos dice Puente es que Renfe hace lo mismo en Francia para hacerse un hueco en ese mercado, por supuesto a cuenta de las pérdidas que asumirá el estado español.
No es que toda la competencia ferroviaria sea así. Pero es verdad que tanto la alemana DB sobre todo a través de Arriva, la operadora holandesa sobre todo a través de Abelio –ahora enajenada–, SNCF y Trenitalia han salido de sus fronteras para competir. Todas están en varios países, en algunos casos compitiendo con el sector privado y sin acumular pérdidas. Es especialmente sorprendente que Trenitalia haya mejorado muchísimo su gestión que la convierte en una empresa aceptablemente eficiente.
Renfe, en cambio, no ha salido del país más que tímidamente a Francia. Porque nuestra compañía operadora tiene problemas internos de eficacia, obvios en una empresa con su historia y con una gestión con ambiciones políticas y no de mercado.
Pero, pese a todo ello, tiene razón Puente, aunque su partido –y, a decir la verdad, todos los partidos españoles—sea también corresponsable de esta situación, porque nos quieren hacer creer que tenemos competencia cuando, en realidad, nos hemos inventado un espejismo que finalmente Puente termina ahora por denunciar, pero sin hacer nada.
Obviamente, esto no va a acabar bien, como Preferente ha dicho en el pasado: tres empresas perdiendo dinero a mansalva en el tren de alta velocidad no puede terminar bien.
Pues menos mal que Renfe solo ha salido al exterior "tímidamente" en Francia...
- Arabia Saudí mediante el servicio de Alta Velocidad entre La Meca y Medina
- Tren Maya en México.
- Compra del operador Leo Express en República Checa (con beneficios en el último ejercicio y en crecimiento)
Ouigo prefiere perder dinero en la explotación comercial a invertir en material nuevo. Allá ellos, pero el personal huye despavorido a la competencia y los trenes se caen a trozos.
Iryio pierde dinero pero está haciendo las cosas razonablemente bien como para tener un futuro mas que asegurado.