Absolutamente a nadie le importa dónde vaya a abrir en España el primer hotel Bulgari. O sí, pero es tan poca gente que el asunto en sí mismo es irrelevante. Pensemos que el país está inundado de alojamientos de todo tipo y pelaje, de manera que un hotel más o un hotel menos da lo mismo. Incluso aunque sea de lujo. (Bulgari Hotels: "Nos interesaba más Barcelona que Madrid, pero eso cambió")
Bulgari, una marca asociada intrínsecamente con el elitismo, había pensado inicialmente abrir su primer hotel en Barcelona y, al final, ha cambiado de opinión y se va a Madrid.
Pero lo dicho: este no es un tema importante.
Salvo como símbolo. Y eso importa mucho en una sociedad en la que los símbolos tienen gran poder. Bulgari, como símbolo de lo más sofisticado, se va a instalar en Madrid y no en Barcelona. Y la empresa explica las cosas de forma muy sencilla: pensaban ir a la Ciudad Condal porque tenía mucha vida y dinamismo, pero eso parece que recientemente se ha trasladado a Madrid.
Nadie sabe dónde está hoy el dinamismo y la alegría. Ni nunca nadie ha visto un camión en el que se mudan de una ciudad a otra. Pero es que da lo mismo porque lo que cuenta no es dónde están esas cosas sino donde se piensa que están. O hacia donde se piensa que están viajando. Y Bulgari, de quien todos suponemos que toma las decisiones con una información bien estructurada, ha decidido escoger Madrid.
Es para pensarlo. O, más concretamente, es para que Barcelona se lo piense. Porque la Ciudad Condal lleva muchos años acumulando pequeños hitos como el del Bulgari, ninguno de los cuales supone nada trascendental pero que, pasado el tiempo y todos sumados, suponen esta imagen degradada de lo que fue una ciudad y ya parece no serlo más.
Al menos eso es lo que piensa el lujo que representa el fabricante de relojes.
Es la Barcelona de la inseguridad y de los okupas, de los lazos amarillos y los perroflautas, de Colau y de Sánchez.
Pues no te cuento Ayusolandia, que la van a dejar como un solar. Llegara el día que nadie quiera trabajar en ella.
Warcelona