Varios medios de comunicación británicos, así como algunos mayoristas, están alertando a sus clientes de que pronto no podrán beber en sus viajes a Baleares. Según estas informaciones, pronto entrará en vigor una prohibición que impedirá organizar tanto “happy hours” como “pub crawls” como ofrecer ilimitadas bebidas alcohólicas en los programas “todo incluido” de los hoteles.
En muchos medios británicos esto se presenta como el final del alcohol para sus clientes, como si hubiera modo humano de aplicar estas normas. En la mente no les entra que estas disposiciones son imposibles de controlar, como es lógico.
El “happy hour” es una oferta muy popular entre los bares en la que el precio del alcohol es muy bajo. Cuando acaba esa hora, el cliente ha de pagar el precio normal. Sin embargo, para la Administración autonómica, en el supuesto remoto que de su media docena de inspectores estuviera dispuesta a trabajar fuera de su oficina, es prácticamente imposible demostrar que los precios son inferiores o diferentes siquiera de los habituales. El “pub crawl” es igualmente complicado de determinar porque se trata de excursiones alcohólicas visitando bares uno tras otro.
Finalmente, también se tiene que reducir la ingesta de alcohol en los “todo incluido”, que quedan limitadas a tres por cada comida. Tres dosis para estos hígados no tiene efecto alguno.
Igualmente, demostrar esto es prácticamente imposible.
Pero, mientras tanto, el horror se refleja si no en las caras de los clientes, que no pueden concebir Magaluf o Ibiza sin alcohol. A decir verdad, los mallorquines o los ibicencos, tampoco.
Hay que parar esto como sea.....que no nos dejen sin inglesas borrachas....las mas fáciles de follar....Kelly, como te reventé a cuatro patas!!!!! Vuelve!!!!