El sibilino Rivero gana la batalla mediática al contumaz Soria

Los asistentes más observadores a la cumbre turística financiera del Gobierno de Canarias en el Palace dicen que la puesta en escena fue extraordinaria y que el acto en sí fue “magnífico”. Todos los presentes en el evento de este miércoles en el hotel madrileño, convocado para exponer las líneas maestras del plan estratégico del turismo canario, salieron muy contentos.

No importa que no acudieran ni Escarrer, ni Fluxá, ni Riu, y ni Piñero (todo ellos tal vez hartos de las promesas incumplidas del convocante principal, el presidente del archipiélago) y en su lugar lo hicieran sus familiares, abogados y altos cargos de diversa índole, dado que el acto tuvo la repercusión mediática y el eco social que perseguía su estrella principal.

Y es que ante la opinión pública, los representantes de las finanzas y los actores esenciales en el sector turístico, los hoteleros (los que van a llevar a cabo la reconversión hotelera), el controvertido Paulino Rivero, un político en horas bajas -más del 60 por ciento de la población canaria lo rechaza- se apuntó un gran tanto y de paso le ganó otro round a Soria.

Rivero es un “mago” canario que no da puntada sin hilo, algo así como un “pagès” que ve de lejos venir la tormenta y su intensidad, y en su doble batalla contra los hermanos de Gran Canaria, contrarios a la ley que presentaba (de ahí la ausencia de Lopesán, el grande de los locales) y de su contrincante José Manuel Soria se montó este evento del Palace al más alto nivel.

Los veteranos de las cadenas, esos grandes que no quieren que le tomen más el pelo -aún están a la espera de los resultados de la cumbre celebrada en la sede del Gobierno canario hace cuatro años…- y los escépticos locales, entre ellos el empresario de Tenerife que siempre figura entre los cinco personajes más poderosos, no acaban de creer a Rivero y a su plan.

Los ejecutivos de Bankia, Caixa, Popular, March, BBVA y los demás asistentes, incluido Hidalgo, que pasaba por allí -en Canarias sólo tiene el Orotova Garden, y con un pleito sin resolver- no entran en disquisiciones de si el plan favorece o no a una u otra isla, o si sólo se premia a los cinco estrellas, sino que vieron una voluntad política de un político sagaz como es el ex alcalde de Sauzal.

Soria, mucho menos sibilino y enmarañado en las perforaciones petrolíferas en aguas cercanas a Lanzarote y Fuerteventura -probablemente le asista más la razón en sus tesis que a Rivero- no es capaz de montar un acto como el de su otrora socio de Gobierno y ahora enemigo acérrimo, más sutil a la hora de llegar a la población que el contumaz ministro gran canario.

El titular de Turismo a tiempo compartido salió trasquilado de su último encuentro con el sector, al principio de verano, y hasta el que iba a ser su secretario de Estado, Aurelio Vázquez, presidente de los hoteleros mallorquines, le dio un tirón de orejas por la política errática del Gobierno de Rajoy respecto a la única industria que ha dado lustre a las alicaídas arcas del Estado.