Air Bienestar para bien volar

Francamente, no puedo resistirme a escribir un artículo para reírme de la idea demagógica del presidente de México de poner en marcha una aerolínea pública. Es disparatada, por supuesto, porque esto ya únicamente ocurre en países irrevocablemente populistas como Argentina o Italia. Nadie más que sea serio hace esto.

Pero López Obrador ha ido un poco más allá y le ha puesto un nombre acorde con la barbaridad: Air Bienestar. Por lo visto, el presidente ya va repartiendo dinero en otras iniciativas a las que pone también el calificativo de Bienestar. Ya lo saben: bienestar, solidaridad, progreso o concordia son los conceptos vacíos que siempre esgrimen los populistas y contra los que nadie puede estar. Son palabras, eslogans. Como cuando McDonalds dice que sus productos son sabrosos. Nada porque nunca jamás un restaurante dijo lo contrario, por lo que entonces el calificativo pierde todo su sentido.

Lo que pretende Obrador es recuperar Mexicana de Aviación. En México, como en muchos otros países, han caído aerolíneas por razones muy dispares. Eso, naturalmente, significa que sus empleados van a la calle. Sin embargo, como normalmente los viajeros siguen estando disponibles, en nada aparece una alternativa que cubre la necesidad sin mayores problemas, y esa empresa a su vez tiende a contratar a los que quedaron en el paro. 

A esto, la muerte de las empresas ineficientes, no hay remedio. Porque mantenerlas es mantener Alitalia, por ejemplo, máquinas de perder dinero, dispuestas a arruinar lo que les echen por delante. Lo que hace Obrador, lógicamente, sólo puede verse en clave electoral. O más bien, es tan obvio el electoralismo, que sólo se ve de esta forma.