Consejos vendo que para mí no tengo

Fabio Lazzerini, el consejero delegado y director general de Ita Airways, en una entrevista en el Financial Times, ha exigido que se acaben las ayudas a las low cost. En La Stampa de Milán, añade que “es el momento de reducirles los incentivos” a estas aerolíneas (Ita: fuertes pérdidas económicas en sus primeros 75 días de vida).

Se podrá o no estar de acuerdo con él, porque es verdad que hay algunos territorios y aeropuertos que ayudan a las low cost. Pero quien lo dice es el director de Ita, una aerolínea que aún no ha dado ni un euro de beneficios y que nació de la mano del estado italiano, del cual sigue recibiendo todo.

Ita es heredera de Alitalia, un cáncer que, si por ella fuera, se habría llevado por delante hasta al mismísimo estado italiano.

Es un poco atrevido, incluso insultante, decir esto desde Ita, que jamás ha visto ni un euro privado. Las low cost, sin embargo, se financian con sus medios. Si reciben dinero público, haría bien Lazzerini en preguntarle a su accionista, el estado, los políticos, por qué las financian.

Dice que “el modelo low cost no es un modelo de precios bajos”, porque al final siempre aparecen suplementos que terminan por acercar el precio al de las compañías tradicionales.

Lazzerini: ¿pero en qué mundo vive? ¿Nunca viajó en Air France, British Airways, Alitalia, Lufthansa o Iberia cuando no había low cost? Lo que hoy serían 600 euros era el precio mínimo de cualquier trayecto. Es verdad que el primer precio que vemos en una low cost nunca es el verdadero, pero el final jamás se acerca al que cobraban las ‘legacy’ antes de que tuvieran competencia.

Lazzerini: consejos vendo que para mí no tengo. Aplícatelo, que buena falta te hace.

Dime qué piensa el gestor de una compañía aérea y ya me puedo imaginar qué resultados va a dar. Desde luego, nada que pueda interesar ni a Lufthansa ni a Air France.