Ryanair, en guerra con Portugal

Ryanair vive en guerra con todos. Es su estado natural, lo cual no le impide ser competitiva y agresiva en su oferta comercial.

El último capítulo –quizás ya tenga listo otro ataque– es Portugal. Ryanair anunció la cancelación de 700 vuelos desde Lisboa, culpando a la compañía aérea pública, Tap, de quedarse con slots que no empleará, impidiendo las operaciones de los competidores.

En realidad las cosas no son exactamente así. El aeropuerto de Lisboa tiene muchos más problemas que estos. Es uno de los peores aeropuertos de Europa desde todo punto de vista. Sus instalaciones están totalmente desbordadas, son excesivamente céntricas y opera al límite de su capacidad.

Allí tiene su base principal la deficitaria –más bien ruinosa– aerolínea pública portuguesa. Este año, Tap pidió un 55 por ciento de todos los slots del aeropuerto, y le fueron concedidos unos pocos menos de los solicitados. Ryanair, por su parte, pidió algo más del diez por ciento, y también sufrió algunos recortes.

Nada para armar el circo que ha montado. Pero, siempre va bien un poco de publicidad, estado natural en el que el director de Ryanair se mueve fantásticamente.

Desde hace un mes, Ryanair está anunciando a diestra y siniestra que habrá problemas para volar a Portugal porque ha tenido que renunciar a operar su plan inicial. La verdad es que uno nunca sabe qué es cierto y qué no en lo que dice Ryanair, pero en todo caso, el número de slots no concedidos a Ryanair y a Tap es porcentualmente muy similar. Y es lógico que Tap tenga el liderazgo desde Lisboa, dado que allí tiene su base principal.

En unas semanas todo el mundo habrá olvidado la polémica y Ryanair hará lo que iba a hacer de todas maneras. O sea, operar según la demanda.