Ryanair, excelente en rectificar

Según cómo se mire, Ryanair es la líder europea en equivocarse. Yo me atrevería a hacer un listado de algunos errores muy sonoros.

Por ejemplo, en un momento dado apostó por tener a bordo conectividad telefónica de pago. No sé el motivo, antes de implementar el sistema, en silencio y discretamente se dejó de hablar del asunto.

Ryanair también, como casi todas las aerolíneas rivales, creó su agencia de viajes. Daba miedo porque parecía que se iba a comer el mundo. Todo acabó como el rosario de la aurora. Y, curiosamente, algunos rivales han salido adelante, como, por ejemplo, Easyjet o Jet2 (Fracaso de Ryanair: cierra su web que vendía paquetes).

Ryanair tuvo un momento de borrachera de Internet. Quería ser “el Amazon de los viajes”. Llegó a firmar un acuerdo con Air Europa para vender billetes en la compañía de los Hidalgo. Pero eso era sólo el principio. Hoy esto está olvidado.

Ahora Ryanair vuelve a Amadeus, lógicamente como si no hubiera pasado nada. Otra rectificación (Ryanair vuelve a Amadeus cinco años y medio después de su ruptura).

Sin embargo, hay una diferencia entre Ryanair y muchos –no todos—de sus rivales: no le cuesta rectificar. Si una cosa no funciona, la archiva, la tira a la basura, la ignora. Lo hace antes de haberse dejado una millonada en el proyecto, lo cual también habla bien de O’Leary, porque no tiene el orgullo como para mantener algo aunque pierda dinero.