Este jueves, Ryanair anunció que crea 18 nuevas rutas aéreas desde Faro y Oporto, y que añadirá otros cuatro aviones a los 18 que tenía hasta ahora situados en estas dos bases.
¿Por qué Ryanair hace este anuncio tan espectacular, cuando ni en Madeira, ni en Azores, ni en Lisboa adopta medidas similares?
Ryanair está empeñada en demostrar a las autoridades del transporte y del turismo en Europa que bajar los impuestos a la aviación tiene premio. Lo venía demostrando con Malta, por ejemplo, a donde ahora vuela de forma masiva o en Alemania, donde sin ninguna vacilación, abandonó Frankfurt porque los precios eran muy altos.
Pero en este caso, ha sido inequívocamente claro: Oporto y Faro tendrán más negocio, Lisboa y las islas, no.
En Oporto y en Faro, la ANAC, lo que en España sería la comisión de la Competencia, obligó a ANA, el propietario de los dos aeropuertos, a bajar las tarifas. Pero la ANAC no dijo nada de Lisboa o de las islas, con lo que pagarán la respuesta de Ryanair con los mismos vuelos del año pasado, sin crecimiento.
Aquí lo importante para Ryanair es que se vea que la irlandesa estaría dispuesta a ir a donde sea, si los impuestos no son altos. O por lo menos, que se entienda que el irlandés no perdona.
La noticia está errónea. Ryanair no mete más aviones en Lisboa porqué no puede. No tiene slots disponibles. Lisboa es un aeropuerto ya de por sí muy ocupado por otras compañías y los slots disponibles son muy escasos. Ya le gustaría a Ryanair meter más aviones ahí.
Lo que es una vergüenza es que una empresa con beneficios netos de más de 1300 millones de euros, nos marque la pauta a todos los países sobre cuantas tasas pagar, porque lo de los impuestos ya lo tiene solucionado con los paraísos fiscales de Irlanda y malta.
Ryanair no va, donde bajan tasas o impuestos sino donde les regalan dinero del contribuente por ir