No porque los medios de comunicación nos dediquemos por naturaleza a informar y comentar aquello que no va como toca, aquello que sorprende porque no ha funcionado según se esperaba, debemos callar ante lo que ha ocurrido este fin de semana, cuando más o menos un centenar de vuelos adicionales llegaron al aeropuerto de Sevilla sin incidencias remarcables.
Los vuelos, procedentes de Mallorca y de Bilbao, inundaron el aeropuerto andaluz, casi todos en hora. Las aerolíneas que dieron el servicio adicional, en el caso de Baleares, fueron fundamentalmente las regulares, que incrementaron las frecuencias lo que fuera necesario. Apenas hubo algún vuelo adicional de Iberojet. Todas reforzaron sus servicios, incluso la irlandesa Ryanair. Pero la que más vuelos añadió fue Air Europa, con bastante diferencia.
Fue un tanto atropellada la situación del último vuelo a Sevilla, de Vueling, que sufrió un retraso que normalmente habría sido calificado de ‘pequeño’ pero que puso por un momento en riesgo a sus pasajeros ver todo el partido, desde el mismo inicio.
En el caso de Bilbao hubo más vuelos chárter y menos regulares, y, en conjunto, por vía aérea viajaron bastantes menos pasajeros que desde Mallorca.
No obstante, tanto desde un lugar como desde el otro, salvo algunas incidencias anecdóticas, los servicios funcionaron muy bien. Enhorabuena a los aeropuertos, a los controles aéreos y a las aerolíneas que prestaron los servicios en tiempo y en forma, aunque con precios astronómicos que explican el porqué de tan extraordinaria oferta.
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