Una gran noticia para el viajero

Hace unas semanas pasé por dos aeropuertos italianos: Malpensa y Marconi (Bolonia). En el segundo, las colas para el embarque eran simplemente fenomenales. Corría peligro de perder el avión si todo hubiera ido como siempre. Sin embargo, me llevé una grata sorpresa, como en Malpensa: aquello rodaba a toda velocidad, con una simplicidad que jamás había visto. En los dos casos, descubrí la razón de esa ventaja al llegar a las bandejas. El empleado me dijo –como a todos los pasajeros— “no saque ni líquidos ni tabletas, ni laptops”. O sea que sólo es poner las cosas en la bandeja y pasar.

La velocidad se multiplica, todo se simplifica y la vida discurre mejor.

Este primero de junio entró en vigor la misma norma en Gran Bretaña y, se supone, algún día en el futuro también ocurrirá aquí.

Claro que uno podría hacerse preguntas sobre qué motivos hubo para lo que hemos tenido que aguantar hasta ahora, pero prefiero dejarlo y quedarnos con lo que ya estamos viviendo en algunos aeropuertos y lo que todos vamos aún a vivir con más intensidad cuando esto llegue a España y podamos, por fin, sentir que tenemos un lío menos y no un calvario más.