La dirección de Ita, la nueva aerolínea italiana que sustituye a Alitalia, sigue negociando su venta a Lufthansa. Sin embargo, los alemanes van a entrar en el capital de forma minoritaria, por lo que lo que digan los gestores italianos aún cuenta. Es el caso de Fabio Lazzerini, el hombre fuerte de Ita, la aerolínea europea que acumuló más pérdidas el año pasado. Acaba de hacer unas declaraciones públicas en las que afirma que mantiene la esperanza de un día recuperar el uso de la marca Alitalia (Ita, tan mal como Alitalia: el peor resultado de Europa).
Lazzerini es contundente: “Alitalia volverá al mercado”. Dice que está estudiando “un par de proyectos interesantes para su relanzamiento”. Lazzerini es uno de los responsables de los casi 500 millones de euros que perdió el año pasado por el lanzamiento de Ita, lo que no le impide pensar en cómo relanzar Alitalia también. Sorprende no escuchar de Lazzerini cómo poner orden en las pérdidas que genera Ita y, en cambio, desempolvar una idea interesante pero de cuya viabilidad financiera no parece que nadie se haga cargo.
Desde el siglo pasado, ni un año Alitalia presentó beneficios. Y ahora la que la reemplaza, aún no ha tenido más que pérdidas. El despilfarro es tal que ni siquiera perdiendo dinero puede competir con las low cost, hoy ya dueñas del mercado italiano en su casi totalidad.
Sin embargo, aquí no hay responsables. Nunca, nadie, ha admitido que las cosas no pueden continuar de esta forma caótica.
Los hay que prometen agua sin que se haya efectuado el trasvase, las obras ni la licitación. Estamos para sacar pecho … político.