Ya está bien Sr. Taibo, lleva usted insultando a mi marido desde 1996 y estamos en el 2015. Una persona a la que teníamos como uno mas de la familia; para Tomás era de su confianza, su confidente y todo eso usted lo utilizó en su contra. Usted le ha llamado de todo en su revista, le ha injuriado, y nos hubiéramos podido querellar y nunca lo hemos hecho. Le ha difamado, insultado y perjudicado profesionalmente.
Hace tiempo que tengo ganas de desahogarme un poco, y creo que es el momento. Soy una mujer que siempre he estado en la sombra porque es lo que yo decidí. Al lado de un hombre que a pesar de que yo, desde otra perspectiva, le advertía de las personas que se nos acercaban, que nunca tenían la intención de ser amigos, cosa que Tomás no percibía. Para él todos eran buenas personas, enseguida les tomaba cariño y afecto y sentía que había que ayudar.
Hace 45 años que estamos casados, tenemos tres hijas que gracias a Dios están bien, pero tanto ellas como yo, tenemos en la memoria todos los malos momentos que nos ha hecho pasar esta vida de altibajos, pero lo que más nos ha dolido es cogerle cariño a las personas que se nos han acercado, abrirle nuestra casa, nuestro corazón, hacerles uno más en nuestra vida familiar durante años y de la noche a la mañana ver traicionada esa amistad. Los adultos sabemos que esas traiciones en los trabajos suele darse pero unas niñas no entienden que el Javier Taibo al que cariñosamente llamaban “Claudio Schiffer”, desaparezca de nuestras vidas y fiestas familiares.
Aún recuerdo el día en que Tomás fue cesado de CENTENNIAL sin más, y yo como amigo le llamaba y le llamaba para saber qué estaba pasando y tener con quién hablar de lo que estaba ocurriendo y como respuesta me dijo que no tenía batería y hasta el día de hoy.
Son muchas cosas las que me vienen a la memoria y una de ellas por poner un ejemplo, es que hubo una época de nuestras vidas, que siempre por motivos profesionales, nos desplazamos a Canarias a vivir para trabajar en un hotel con nuestras hijas porque siempre tuve claro que donde fuera el padre iríamos nosotras, por mantener a la familia unida y no vernos una vez al mes, quizás por eso siempre nos hemos sentido muy implicadas en los problemas profesionales del cabeza de familia y poderle apoyar. Como os decía trabajamos en un hotel del que llegamos a ser propietarios, gracias a un gran sacrificio. Alguien le propuso a Tomás un trabajo en Madrid en una compañía aérea, para él, que su pasión es la aviación, era como volver a trabajar en algo que lleva dentro desde toda la vida.
Así como Tomás es capaz de convencer a cualquier persona sobre compañías aéreas que es lo que le apasiona, alguien le superó en capacidad de convicción, y nos convenció para deshacernos del hotel, que era nuestro medio de vida. Teníamos una pequeña casita junto al establecimiento, de unos 60 metros cuadrados que era dónde vivíamos y nos aseguraron nos dejarían de por vida.
También es cierto que el hotel no era un bombón, tenía unas deudas, estaba en el Puerto de la Cruz no en una zona muy céntrica, pero como inmueble tenía un valor.
Alguien que te quiere ayudar como amigo con una cadena hotelera, que quizás debió asociarse con una participación para salir adelante con el hotel que era lo único que teníamos, le propone un cargo en la compañía aérea y él se queda con el hotel, nos prometen el oro y el moro con tiernas palabras como que ya nuestras vidas van a cambiar, que pensásemos que ya no íbamos a sufrir más, etc. Nos prestan un coche que tenía la edad de mi abuela y llegó todo a un punto que pensamos que sí existían las buenas personas y que después de haberles conocido desde hacía muchos años cuando nuestras hijas eran pequeñas y Tomás tenía un nombre en Palma y teníamos buena situación, dónde habían estado hasta ese día esa gente. Pero duró poco tanta promesa.
Fueron tantas y tantas puertas a las que Tomás llamó para pedir un trabajo y poder seguir adelante con nuestras vidas. Tomás cuando ha tenido que ayudar a alguien nunca pensó si le sería o no más barato si no tenía un trabajo para alguien o un hijo de alguien lo inventaba. Mis hijas han pedido trabajos a los supuestos amigos de esas épocas y les han dado una patada en el culo. La mayoría de las veces no estoy de acuerdo con lo que escribe Tomás no me gusta que sufra porque sé que cuado escribe sufre. Y se le nota el dolor que siente ante la realidad de que nadie se acuerde de él ni le llame, y cuando en su cabeza le pasa su vida, se sienta frustrado e impotente y escribe todo lo que escribe que es lo que me está pasando a mí así que corto. Tenemos la conciencia tranquila, no tenemos nada excepto nuestras hijas y dos nietos, simplemente espero que todo el que nos ha ignorado o nos ha deseado algún mal, Dios le pague con la misma moneda.
No me puedo retirar sin antes hacer memoria de que en el año 1986, Tomás Cano con su compañero Pedro Frontera como secretario, el cuál llegó a ser un gran amigo, con un papel, un bolígrafo y mucha ilusión se fueron a Inglaterra para hablar del proyecto y convencerles de su idea y surgió AIR ESPAÑA, conocida como AIR EUROPA, que gracias a Dios y por supuesto al Sr. Pepe Hidalgo ahí sigue.
En esos años de bonanza, cuántas fueron las personas que nos revoloteaban alrededor y nosotros considerábamos amigos y seguramente ellos a nosotros unos pardillos con suerte. Desde autoridades, gente del mundo hotelero, aviación y prensa, se hicieron una serie de viajes increíbles para todos ellos, viajes a Seatle, Lodres, Nueva York, Canarias, Las Vegas, etc: estancias en buenos hoteles restaurantes, buenos vinos… En ese momento Tomás era un Crack. Quizá Tomas, en su inocencia, y el querer agradar a todos y agasajar pensó que en algún momento el día que nos fueron mal dadas, de toda esa basca alguien estaría dispuesto a echarnos un cable. “GRAN ERROR”. En esa época teníamos una casa en La Cabaneta que era sencilla pero tenía una terraza preciosa y buenas cenas y reuniones se celebraron en ella con todos estos personajes de ésta historia, pero lo que sí tenía bonito eran las vistas del aeropuerto, la entrada y salida de todos los aviones; parecía que estaba echa expresamente para nosotros, qué nos gustaba tanto ésa máquina. Las tormentas desde allí eran preciosas al igual que las noches de Fin de Año con todos los fuegos artificiales a lo lejos. Pues de todo eso que pasó en nuestra terraza, lo único real fueron las tormentas y los fuegos artificiales el resto fue FALSEDAD E HIPOCRESÍA. Ahora esa casa es otra cosa que tenemos en el recuerdo. De momento es lo único que no hemos perdido. Aunque yo soy catalana de nacimiento mis orígenes son andaluces -mi madre de la Zubia, trabajadora del telar de alfombras, y mi padre de Granada, barbero del barrio del realejo y mi abuelo barbero del Hotel Alhambra Palace,- y aquí estamos con 65 años en Granada intentando volver a salir adelante, tenemos práctica en eso aunque cada vez nos cuesta un poco más, pero mientras hay vida hay esperanza. Quiero dar las gracias a los que sí fueron amigos y lo siguen siendo desde hace muchos años Pedro Meaurio, Belén y su familia, Cesar Obón y Conchi, que en unos momentos muy duros para mí, como fue la enfermedad y posterior muerte de mi padre, durante tres meses me hicieron compañía cada día. En fin Sr Taibo es usted un traidor y un intrigante y lo ha sido durante muchos años. De qué honor habla usted, los traidores no tienen honor.
Pero algún día, toda la maldad que siempre tuvo, el odio esperpéntico a pilotos y profesionales de la aviación, le será devuelto con creces y él y su familia lo pasarán mal. Maldito amargado! Te mereces todos los males!
Javier, mírame a la cara pero mírame a la cara porque no me miras Javier. Te digo que me mires Javier ......... Javier que me miressssssssss
Yo fui azafata de Centennial, cuando cerró pasamos muy malos momentos todos, 4 meses sin cobrar y una familia que mantener. No me arrepiento también pasé muy buenos momentos, si son gracias a usted SR Cano, pues llévese de pleno el mérito. Años más tarde coincidí en un trabajo con una de sus hijas, algún día hemos hablado del tema, nunca me han gustado los linchamientos, también tengo recuerdos excelente de ella. Por razones ajenas, y con ya bastantes años, me toca volver a empezar, con mala salud y amigos que no lo son. Pero también le digo una cosa, gracias a Centennial conocí a una de las mejores amiga que una puede tener, conocí Viena, Faro, Múnich ...donde estuve destacada. Desde mi modesta opinión, quédese con lo bueno que le dio esta compañía, quédese con que ha logrado tener una familia unida y querida. Da igual lo que piensen o digan los demás solo importa la opinión de la gente que está a su lado. Si hay que volver a empezar, pues empezamos, eso es lo que siempre derrotara a nuestros enemigos. Gracias por el tiempo que pase con usted sin conocerlo, pero dejándome unos recuerdos imborrables.
Bueno, la realidad está ahí fuera, dice el refrán que "entre bomberos no se pisan la manguera", y los bomberos Javier y Tomás al parecer ignoran dicha norma.
Es decir, le dijo la trucha al trucho, jajajaja