La Generalitat catalana se está ganando a pulso el premio al mayor distorsionador del libre mercado y de la competencia. Y eso que sus rivales son nada menos que gobiernos autonómicos implacables a la hora de dar subvenciones a aerolíneas. Pero el Ejecutivo de Artur Mas se lleva la palma: ayudas, créditos, amenazas a Aena…
El repertorio del Gobierno de CiU sorprende por tratarse de un partido conservador, que en teoría aboga por un liberalismo propenso a limitar al máximo la “mano invisible”. El empresariado catalán, tras vivir unos años absolutamente funestos de la mano de un tripartito multiincompetente, ve como la seguridad jurídica también se desvanece con los soberanistas de derechas.
La forma en la que el Ejecutivo catalán ha conseguido llenar los aeropuertos de Girona y Reus pasará a la historia como una de las mayores vergüenzas de su mandato. La desfachatez con la que hacen públicas las subvenciones a la aerolínea Ryanair demuestra hasta qué punto está corrompida la aviación en España.
La Generalitat tiene además el descaro de pedir a Aena que baje las tasas a estos aeropuertos. El descaro reside en que Aena ya ha bajado las tasas en Reus y en Girona casi la mitad, entre la lógica indignación del resto de aerolíneas por la manifiesta desigualdad de trato.
Ryanair: subvenciones públicas a fondo perdido, pagando la mitad que el resto en tasas aeroportuarias, y, por supuesto, dando sueldos de pena a sus empleados, que ni por asomo sueñan con un convenio como el de Iberia o el de Air Europa, ahora en la picota.
Ryanair es la aerolínea líder en el mercado español. En parte lo es gracias a los años de locura que se han vivido en el Ministerio de Fomento. Aeropuertos por aquí y por allá, solapándose al mismo tiempo con el AVE. Una factura que ahora tendrán que pagar Iberia, Air Europa, Spanair o Vueling. No FCC, Ferrovial o Abertis, desde luego. Y ni mucho menos Ryanair o EasyJet.
Las autoridades tanto españolas como catalanas se han movido únicamente con en el corto plazo en mente. En el caso de Madrid, el fruto de esta legislatura que afortunadamente finaliza es que Iberia está en vías de estar controlada por manos inglesas. Mientras, Air Europa no parece que transite por la senda de la abundancia.
Las aerolíneas catalanas se sitúan ahora mismo como las que tienen mejores perspectivas del afligido mercado aéreo español. Vueling logra meritorios beneficios asiduamente, mientras Spanair recibirá un impulso cuando sea absorbida por los chinos o árabes. Pero ahora, su gobierno autonómico se dedica a alimentar al monstruo de Ryanair, al mismo tiempo que mancha la imagen de Cataluña como tierra de Justicia y de apuesta por la excelencia.
Comentario vomitivo lleno de prejucios catalan=ofobos...
Por fin alguien que dice la verdad, por mucho que nos duela, pero es la pura realidad de lo que sucede en España,... Tiempo al tiempo, estas politicas nos pasaran factura tarde o temprano!