Muchos pensaron que la paralización de actividades acordada el trece de marzo iba a ser de quince días, como se indicó aquel decreto urgente. Después nos dimos cuenta que duraría un poco más. Por supuesto, nadie jamás por entonces pensó que esto fuera a llegar al verano. ¿Qué pensábamos que se podía perder en aquel momento? Con mala suerte, el negocio de la Semana Santa. Era un problema, pero una buena primavera y verano harían olvidar la pesadilla.
Pero el virus no iba a menos. Hasta mayo fuimos de prórroga en prórroga en el estado de alarma. Y cuando se recuperó cierta normalidad, el turismo descubrió que, más allá de las prohibiciones que se publicaban en el Boletín Oficial, estaba el efecto del miedo. Hoy, si no tenemos turismo interior, que casi no tenemos, es porque el pánico está azotando a la población. Hoy, si los vuelos interiores van vacíos, es por el miedo que se ha instalado en nuestra sociedad –tal vez con razón, pero ya no por que una norma nos prohíba viajar.
Así hemos ido de semana en semana, siempre con la esperanza de que agosto iba a paliar un poco la crisis. Un buen agosto habría convertido en digerible el desastre.
Pero a finales de julio aparecieron unos rebrotes en Lérida y Huesca que se fueron extendiendo por toda España. De manera que la apertura turística de julio pronto quedó en nada. Primero los ingleses nos impusieron una limitación de viajes brutal y, semanas después, los alemanes. El primero y el segundo mercado emisores de turismo nos cerraron las puertas y nos arruinaron el verano. O nos lo hemos arruinado nosotros mismos. A estas alturas, da igual. La cuestión es que nos hemos plantado en el final del verano, sin ingresos. Las que iban a ser dos semanas ya son seis meses. Miles de familias sin ingresos, empresas al borde del cierre, la economía en ruinas.
Y, lo peor, lo más angustioso, no tenemos soluciones a medio plazo. Y ya nos ponemos a temblar porque Canarias puede pasar por un invierno similar, si no se logra una solución, o un apaño. Porque lo de la vacuna está liándose, con unos efectos secundarios tremendos.
En algunos países, con límites, la economía reposa en los gobiernos. Pero aquí no podemos porque no tenemos. Lo que hay es una simulación, una pandilla de actores contratados para hacer como que gobiernan –en todas las instituciones, de todos los partidos, sin excepciones.
Así que hoy podemos decir claramente que no hay esperanzas. Ahora sí, esperamos un milagro. Ahora sí tenemos claro que nos hemos hundido.
Tremendamente dramático y exagerado el autor de este post.
Tu seras un comunista tipo JC Monedero verdad? Es la economía, PAYASO!
Soy de PACMA.
un poco de respeto por las opiniones de los demas ....eso de payaso sobra
Es lo que se merece y todavía se quedo corto,ya está bien de tanta tontería,hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre.
Hablas de tu padre?? ???
Habla del tuyo orko que menuda paciencia tuvo contigo
De todo se aprende y aunque vamos a caer mucho mas, debemos tener la esperanza que cuando podamos volver a la actividad, lo hagamos con sueldos dignos y respeto por los destinos. A todos nos gusta que nos traten bien y ahi esta la clave, de tratar de que el cliente y el trabajador se sientan considerados.
Pusísteis todos los huevos en la misma cesta y ahora lloráis por la ruina de un país al que no queréis porque solo amáis vuestros bolsillos cortoplacistas. Espero que sea verdad que Iglesias os va a cortar la mamandurria porque hay que dedicarla a salvar a los obreros dándoles estudios y creando trabajo público en sectores de investigación, ecología, feminismo y nuevas tecnologías.
Correcta explicación de lo que se ha percibido.
No aprendimos con la Semana Santa, intentamos salvarla y fue un desasttre, tuvimos prisa para desescalar para salvar el verano y el resultado a la vista está, un fracaso absoluto y con la pandemia a sus anchas. Podemos tropezar una vez, pero dos.... y en tan corto plazo de tiempo. Y aunque la gestión es manifiestamente mejorable por todos los gobiernos, central y autonómicos de todos los colores, no me resisto a resaltar lo que los medios proderecha se encargaron de machacar con lo del 8M, y que por cierto ahora miran para otro lado con lo que pasa en Madrid, ahora no hay 8M, ni gobierno socialista al que criticar. Ahora, miran para otro lado. A eso se llama prensa independiente. y lo de Madrid es una vergüenza y lo del gobierno central en otras cosas, también, y las batallitas entre ellos, otro tanto, y lo de la reunión de ayer y las explicaciones posteriores de vergüenza ajena.
Nos hemos equivocado dos veces. Hemos abierto demasiado pronto. Y nos pilla el toro.
Como parece ser que este virus ha venido para quedarse, yo creo ¿No será mejor cerrar ahora, a finales de Octubre (un cierre relativo pero controlando la movilidad y los aforos)? El invierno viene frío, pero si cerramos los casos caerán drásticamente, luego, con suerte, llegará la vacuna antes de semana santa (y si no, da igual, lo importante es que tengamos muy pocos casos y que sea más seguro estar aquí que en su pais), también habrá cierta inmunidad de rebaño... Y con los números bajos de casos de corona, que deberían ser de los más bajos de Europa, abrir en Semana Santa con garantías. De esa manera salvaremos la Semana Santa de 2021 y quizá el verano 2021.
Si seguimos así, ni Semana Santa ni verano 2021. Con mucha probabilidad nos va a pasar lo mismo que este año. Y al turismo exigirle las máximas garantías sanitarias, test corona al entrar, declaración responsable y todo lo que pueda exigir, porque si no, volveremos a las mismas.
No nos equivoquemos una tercera vez, que ya está bien. En semana santa tenemos que ser uno de los países más seguros de Europa, el truco está en tener muchos menos casos que nuestros vecinos, y para ello hay que restringir la movilidad este invierno. Restringir no es prohibir. Nos va la temporada turística 2021 en ello.
yo ya no espero nada
lo de la vacuna con efectos secundarios sobraba, ya que es un caso de miles. Esa es la salvacion, sin vacuna = ruina total.
que saquen lo que sea y que la gente se tranquilize y viaje.
que los centros comerciales estan llenisimos y para eso no tienen miedo.