IATA se pega un tiro en el pie

La IATA vuelve a intentar la implantación de una medida en la que uno gana y otro pierde. Hablamos de la liquidación semanal del BSP, rechazada con rotundidad por las agencias de viajes. Esta pretensión se suma a la que en los últimos años han venido desde el lobby aéreo, en las que se traslucía una perspectiva con nubarrones para la venta de billetes en agencias. Y lo cierto es que las minoristas han seguido aguantando y suponiendo todavía porcentajes enormes en la emisión de billetes. Es decir, que se mantienen hoy en cifras impensables hace unos años para los más agoreros. Pero ni con esas la IATA ceja en su empeño de plantear medidas que solo con la idea causa malestar y mucho al Sector. Las agencias son sus clientes, y a veces parece lo contrario. La excusa de Orizonia para acelerar el BSP semanal tiene una argumentación débil, pues significa que miles y miles paguen por uno. El problema de las grandes quiebras no es de los más débiles. Y la IATA debería diferenciar entre solventes y menos solventes, independientemente de tamaños. Ahora bien, siempre es más fácil cebarse con el pequeño que ser inflexible con el gigante, aunque la experiencia no pare de demostrar lo erróneo de este planteamiento. Sin embargo, la defensa de las agencias en España no es hoy lo que era antes, con una patronal unida y con fuerza para que estos acuerdos en los que una parte gana y la otra pierde, acaben traduciéndose en realidad.