Imserso y Rajoy

Hay notable malestar en el empresariado turístico por cómo se está gestionando este año el programa del Imserso. Y las culpas no se echan sobre Mundosenior o la secretaría de Estado de Turismo. De la misma forma que con la subida del IVA, la responsabilidad viene de arriba, de Rajoy y/o de Montoro.

Es un problema de tempo, algo que en economía es crucial. Una cosa es que a Rajoy no le vayan las prisas, y otra cosa es que su apatía sea extrema. Y eso se está contagiando a toda la administración, y por ende, a todo el país. Ahora rescate sí, ahora no, que si después de las gallegas, que si antes.

El resultado es que todo está parado. Parado, a la espera de que el presidente del Gobierno tome una decisión. Una apatía tiene una gran responsabilidad en el parón de la economía. Es lo que ha creado incertidumbre. Nadie sabe lo que va a pasar, todo el mundo está pendiente, y lo peor es que nadie sabe cuándo.

Bueno, pues el reflejo más vivo en el Turismo de este clima lo tenemos en el Imserso. No hay noticias. “Estamos a la espera”. Siempre a la espera. Y toda esa “espera” tiene un gran coste en términos económicos. Y cabe tener presente que esto será así de ahora en adelante. Hoy es el rescate, mañana el banco malo, y pasado será otra cosa. El tempo de quien nunca a trabajado en un sector más dinámico.

A los empresarios turísticos, a los directivos, tanto de agencias de viajes como de hoteles, les conviene irse acostumbrando, y sobre todo, que busquen alternativas a la dependencia de la Administración pública, siempre que al frente siga alguien que no entiende aquello de “mantener la demanda agregada” y las fórmulas para captar inversiones.

El presidente del Gobierno no será un frívolo, parece un gestor íntegro, y puede que su calma sea buena para no encender más un conflicto como el catalán, pero en términos económicos es un desastre, y la prioridad ahora es la que es. Y el Imserso es una de las cuestiones capitales en la aportación del turismo a la Economía, y hay demasiada poca concreción.