La ambición de Javier Díaz va en serio

Montar una aerolínea. Palabras mayores que confirman que el proyecto de Javier Díaz va muy en serio. No se recuerda en la industria turística española un crecimiento tan fulgurante como el suyo, y esta rapidez hizo que bastantes cuestionasen la viabilidad de su corporación. Había dudas sobre si se podía digerir a esa velocidad absorciones como las de muchoviaje, Trapsatur y en paralelo ir creando una hotelera. El dueño de Gowaii ha demostrado que no solo puede sino que su ambición va más allá. Este miércoles en Madrid ha dicho un par de frases entre cuyas líneas se puede leer hasta dónde quiere llegar, tales como que está dispuesto a acometer las inversiones que sean necesarias en los próximos años para convertir a Gowaii “en un actor activo del tejido industrial del país”, o que quiere seguir creciendo para convertirse en uno de los conglomerados turísticos internacionales de mayor crecimiento en un proyecto “abierto a todos”, y con un crecimiento constante. Los fichajes que ha hecho han resultado claves para el cambio de percepción en el Sector sobre él, en especial el de Endika Ormaeche, de quien en la industria se le reconoce como un "gran profesional", así como el de Tomeu Gili, el ex de Hotelbeds al que se considera como “uno de los que más sabe de bancos de camas”, al tiempo que ha sorprendido la calidad del folleto de Mundicolor, y por supuesto la alianza con nada menos que Iberia para pujar por el Imserso. Así, son Javier Díaz y su querido Ovidio Andrés quienes están acaparando estos días la admiración de la familia turística por su arrojo e innovación.