Hubo una época ya lejana en la que los destinos turísticos luchaban por tener presencia en el mercado, por seducir a los viajeros, por ofrecerles algo original, llamativo. Hoy, en cambio, los vuelos 'low cost' proporcionan tal marabunta de clientes que hasta las ciudades y los enclaves más feos pueden aspirar a tener visitantes. Y muchos visitantes. Los que, encima, son bonitos, están saturados, desbordados, son incapaces de atender a la demanda, como ocurre con Amsterdam, París, Barcelona, Venecia y tantas otras ciudades o enclaves de interés.
Llevamos ya varios años en los que los incrementos de visitantes en todos los lugares del mundo son tan elevados que no hay fracasos. Fracasar significa crecer entre el uno y el cinco por ciento, lo cual años atrás habrá sido envidiable. Hoy, cuando hay un siniestro de cualquier naturaleza, podemos estar seguros de que allí hay un turista, al menos.
Estos días leía con sorpresa cómo Bielorrusia pretende convertirse en una potencia turística mundial. Hace veinte o treinta años yo, ante esta pretensión, hubiera dicho que su 'hoja de ruta' sería muy complicada porque lo que Bielorrusia puede ofrecer al turista es bastante limitado. Hoy no me atrevo a decirlo porque basta con que WizzAir o Ryanair pongan un vuelo barato a Minsk para que aquello se llene de chinos, franceses o griegos sacando fotos. Francamente, no es un país muy interesante, pero da lo mismo, el volumen de turistas en busca de algo diferente que ver es tal que lo raro es no triunfar. Le pasa lo mismo a Rumanía, Moldavia, Finlandia, Azerbaiyán u Odessa, por citar algunos ejemplos.
Lean detenidamente Preferente o cualquier otra publicación turística especializada y les reto a que encuentren un destino o una aerolínea que hayan tenido crecimientos cero un año. O, si quieren, entre cero y cinco por ciento. No los encontrarán, porque esto del turismo está completamente descontrolado. Cada año, y así desde no sé cuándo, Ryanair, la líder europea, crece en doble dígito, por ejemplo. Cierto que en parte lo hace a costa de otros, pero en cualquier caso, no hay industria que aumente su volumen de actividad como el turismo. Todo un fenómeno.
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Encantado de saludarle. Después de leer el artículo no me queda claro si considera bueno o malo que los destinos aumenten su nivel de visitantes ¿Está a favor o en contra?
Por otro lado lo de bonito/feo me parece un análisis excesivamente superficial. Es subjetivo y no es siempre el motivo que incita al viaje. Los campos de exterminio nazi en Polonia ¿son bonitos o feos? Chernobyl, con un 40% de aumento del turismo ¿es bonito o feo? Las médulas del Bierzo Leonés ¿son bonitas? Bajar a las minas de Potosí ¿nos regala un espectáculo de luz y color?
Me temo que esto ya no es lo que era, que el turismo ya no se mueve exclusivamente en términos de belleza, sino que los parámetros que inducen al viaje son muchos más amplios y están más cerca de la experiencia y los sentimientos que de los monumentos que nos encontremos en destino.
Las low cost, nos guste o no, han democratizado el turismo. Podemos hacer dos cosas antes esto: quejarnos o aprovechar el tirón. Usted (y el resto del sector, como siempre) elige.
Un abrazo,
buena vision de la realidad turistica...el turismo en algunos sitios es visto mas como una plaga,una catastrofe medio/ambiental ,como el aceite de palma...la democratizacion de los viajes
Si, pero ese es otro artículo diferente
Cada cual que extraiga sus propias conclusiones. Por mi parte es una muestra mas de la sobrepoblación y sus nefastos efectos para el planeta. Somos demasiados y con un índice de consumo desmedido. Hay quien se llena la boca de democratización, pero esto es claramente negativo. Cualquier destino turístico que prime volumen sobre todo lo demás acabará por generar un estercolero.
Ya sean cruceros, Venecias o similares. No existen recursos para todos a este ritmo, no sin generar impacto irreversible.
Hace años, viajaba el que albergaba curiosidad y sentido de aventura. Y además teania la suerte de poder permitírselo.
Hoy en día mucha gente viaja por que le sale más barato que quedarse en casa y para poder contarlo en Facebook.
Para los escépticos: No, no voy a pegarme un tiro para hacer hueco, pero ni se me pasa por la cabeza dejar descendencia con lo que esta por venir.
Totalmente de acuerdo...Los grandes problemas que tiene el turismo en el Siglo XXI son los atentados terroristas, los desastres naturales y la masificacion de turistas..
La gente viaja pir aparentar , no por conocer, sentir o vibrar...
Trabajo en una agemcia de viajes y no tengo ganas de viajar en absoluto....La autenticidad en los destinos turisticos se esta perdiendo
Una pena para los que " Amamos este sectior"