El acuerdo del convenio de hostelería de Baleares, por el que se subirán los salarios de los trabajadores del sector un 17 por ciento en los próximos cuatro años, con dos subidas iniciales del 5 por ciento consecutivas, no es, ni puede ser, inocuo. Se trata de una de las mayores subidas salariales de cualquier sector económico, lo cual es bastante conflictivo internamente.
De hecho, hay varias voces hoteleras que han dicho que esto se sale de los límites razonables de una negociación, mientras que una parte de las patronales que integran la mesa de negociación, las que tienen que ver con la restauración, ya han hecho pública su repulsa y rechazo, diciendo que es un aumento exagerado.
¿Por qué esta oposición? Evidentemente, los beneficios empresariales de estos años permiten a la mayor parte de los hoteleros pagar estos aumentos porque estamos ante temporadas buenas. O, más bien, excelentes. En ese sentido, la subida es coherente. Pero también es cierto que no todos los subsectores que están representados en esas mesas tienen mejoras de beneficios comparables, por lo que es bastante difícil de defender un aumento así en todos los casos.
Sin embargo, aquí hay otra cuestión que merece una reflexión: mientras la hostelería tendrá estos aumentos, muchísimos otros trabajadores, como los del comercio, la agricultura, la industria e incluso el transporte se van a encontrar con variaciones inapreciables en sus nóminas, porque los sectores en los que trabajan no han generado rentabilidades suficientes. (No deja de ser paradójico que los mismos periodistas que informan de estas subidas tengan ellos sus salarios congelados desde hace una década, sin perspectivas de cambio, debido a la crisis que afecta a su sector.)
Y, finalmente, está la cuestión estratégica: para muchos empresarios turísticos, esta es una decisión equivocada porque supone asegurar que en el futuro, en los próximos cuatro años, el turismo irá como ha ido estos dos últimos años, de lo cual dudan seriamente.
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El aumento , según se mire es incluso corto.
En los últimos 6 años, se ha aumentado incluso por debajo del ipc, con lo que el aumento sería negativo. Mientras, los beneficios hoteleros se han multiplicado por 300% el que no ha reformado y por 700% el que si lo ha hecho. ( soy contable de cadena hotelera ).
Solo recuperar lo que se ha perdido esos años implicaría subir ese 17%.
Los próximos 4 años, aunque los aumentos de la rentabilidad no sean los mismos, si que se van a mantener por lo menos. Para 2018 hay aumentos del precios del 5 y hasta del 10 en nuestros hoteles y el impacto que eso tiene en el beneficio es de un 20.
Como la rentabilidad va a seguir asi, lo justo hubiera sido subir un 17 para recuperar lo perdido y luego el 4-anual durante los próximos años.
Los trabajadores asumieron 6 años sin subida sólo por la expectativa de que fuera no todo lo bien que iba a ir, y lo hicieron por adelantado. Las subidas de sueldo no reflejan ese desfase en tiempo de los aumentos.
Por cierto, si en hostelería la gente llega mejor a final de mes, irán más a los comercios, e incluso comprarán más periódicos.
El tema de los periodistas, lamentablemente, es porque aquello que venden , debido a las nuevas tecnologìas , ha dejado de ser de su cosecha. La información fluye de todos los lados y en todas las direcciones en tiempo real y la misma fuente la publica en el medio que se ha cargado el papel , que es internet.
Seguro que se pueden reciclar tal y como hicieron muchos trabajadores en la crisis.
Parte de ese 17% es el IPC y otra parte la enorme devaluación que ha sufrido este sector. Me ha parecido entender en su opinión que, como.otros descortés no puede subir pues este no debería subir...me parece cuanto menos egoísta y cansino. Es como cuando unos trabajadores se ponen en huelga y en seguida salen hasta las propias instituciones diciendo lo que cobran y sus beneficios sociales para tratar de dejar como egoísta a quien intenta al menos mantener lo que tiene. No se puede hablar de estas cosas desde la envidia.
En cuanto a que si luego el turismo no sigue como hasta ahora no se cual es la preocupación si luego les vuelven a triturar como en la crisis devaluando sus nóminas sus contratos y aumentando la carga de trabajo en un 300% y en muchos casos bajando la calidad del servicio que me parece as peligroso aún que subir salarios