Casi en cada esquina, casi en cada núcleo turístico de las costas españolas, hay un pequeño rent-a-car local. Tiene unas docenas de coches, alquila sólo a turistas que han pasado por el aeropuerto y no han sido atrapados por las grandes. Y sobreviven.
Ahora les ha caído una maldición: sin clientes hasta probablemente agosto. Sin clientes, pero con los coches, con los alquileres, con una parte sustancial de los costes. Y sin ayudas, salvo para retrasar pagos. O si quieren, con la posibilidad de endeudarse, que al fin y al cabo significa tener un dinero que habrán de devolver.
Estas pequeñas empresas lo van llevando como pueden, sufriendo, echándole imaginación. A muchos clientes le mandan ofertas, pero los clientes no pueden hacer nada porque no saben si podrán volar, ni cuándo. O sea que les queda esperar.
Esperar y ver cómo el gobierno francés (unos trescientos millones, garantizados al 90 por ciento por el estado) y el gobierno español (67 millones, con un setenta por ciento del total garantizado por el estado) se sientan a darle ayudas a Europcar.
No me parece mal que se le den ayudas a Europcar. Es verdad que no es un problema suyo el caos al que se enfrentan. ¿Pero que hay de sus competidores que están en cada una de las zonas turísticas españolas y que tienen que enfrentar la misma crisis sólo con sus recursos, sólo con las líneas generales, sin ningún trato especial?
¿Tiene alguien una explicación de por qué a algunos se les dan tratamientos diferenciados?
¿Esto es aceptable?
Es obviamente pura, simple y descarada corrupcion con mayusculas dar ayudas a empresas determinadas y no al sector en su conjunto. Robo descarado puro y duro que solo deberia dar lugar a la demanda inmediata ante la Justicia promovida por las asociaciones representantes del sector.
Que las asociaciones"representantes" no representan nada que no sea a los politicos que han metido ahi a "carguitos" para vivir del cuento a cambio de subvenciones o similares ?
Pues hay que vaciarlas y crear otras de nuevas. Con gente de verdad que tenga la capacidad y la voluntad de hacer el trabajo que les corresponde.