Gran atracón en Ifema

La gran periodista de EFE Belén Molleda ha escrito una crónica para El Mundo sobre Fitur 2018 que, a mi modesto entender, es una de las piezas generalistas más logradas y talentudas de cuantas se han escrito sobre el evento. Molleda hace un rallye objetivo con los grandes líderes españoles del sector para llegar a una conclusión: ¿Satisfacción? Sí. ¿Cuidado?, también.

En efecto. El segundo país más visitado del mundo tras la hasta ahora imbatible Francia, desplegó sus alas en el noreste madrileño donde está ubicado el imponente complejo ferial de Madrid para conmemorar todos los récords en un ejercicio ciertamente histórico. Ha sido la 38 edición más tecnológica, más optimista y más oriental de todas. Una referencia mundial que todos los países han querido pisar para decir algo. Incluso, el senador Iván Duque, más que aspirante a la presidencia de Colombia, se pasó por el Campo de las Naciones de Madrid para oficializar su campaña electoral a través de los grandes medios de comunicación de aquel país presentes en el evento turístico de Madrid.

La presencia de representantes institucionales y políticos dice todo lo demás. ¡Qué gran atracón! Los Reyes de España, aleccionados por Jaime Alfonsín de la importancia del asunto, se ganaron el sueldo entre requiebro y requiebro, apretones de manos y saludos con intención. Guiños al viejo Reyno de Navarra, encuentro intencionado con el imponente ‘stand' de Cataluña, consideraciones “ad hoc” con los nombres más señeros de la cosa. El ministro Nadal encadenaba actuación tras actuación, al igual que la secretaria de Estado, Asian. Era su día.

El periscopio detectó también a Alberto Núñez Feijóo haciendo campaña ante lo que se avecina. Primero, naturalmente en Galicia pero no dejó de fotografiarse en Castilla y León con especial referencia a la limítrofe Ponferrada. Pablo Casado, el eterno aspirante a la alcaldía de Madrid, cambió por un día su vicesecretaria general para vestir el muñeco de diputado por Ávila y el año que se avecina a propósito de la doctora universal y santa por la fría ciudad de las murallas.

Atracón que no sólo quedó entre los amplios salones de la muestra turística sino también en el ‘after' masivo que ha descrito con precisión PREFERENTE.COM preparado con mimo para los casi 200.000 visitantes que hacen los honores a Fitur. ¡No sólo de paquetes vive el hombre…y la mujer!

Recorrí durante siete horas ‘stand' tras ‘stand'; puse el periscopio a batir para intentar sacar algo sustancial en claro. Lo primero que se puede tabular es, sin duda, que hay dinero, la sangre necesaria para que fluyan los negocios. Ha sido un año de mucho 'cash flow”'y de mucha caja. No se puede olvidar nunca que el turismo es cultura en sí mismo y no puede sobrevivir de no haber negocio. Ojo, que aquí sabemos mucho acerca de los ciclos de vacas flacas y viceversa.

Sobre esto quisiera dedicar los últimos párrafos de esta crónica de urgencia. Sí se pudo detectar un cierto “mal de altura” al que nos hemos referido en otras ocasiones. Como ha quedado claro en la 38 edición todos los países del mundo están braceando por llevarse el turista al agua. España, en su conjunto y pese al lío catalán, ha superado a los Estados Unidos de Donald Trump, pero justamente por eso, como recordaba Gerardo Ariño (See USA). Ahora el siguiente objetivo tendría que ser aproximarse a la dulce Francia y si fuera posible dejar al país de Macron chupando rueda. Sin obsesiones excesivas, sin agobios flatulentos. En 'plan Nadal' (el tenista).

El diario El País”, que ya no es ni representa lo que era pero sigue ahí, ha aprovechado Fitur para alertar sobre ese mal de altura al que me refería antes o lo que viene a ser lo mismo la muerte de éxito: Brexit, Cataluña, el despertar de países mediterráneos competidores directos como Turquía o Túnez.

Fitur 2018 ha sido el aquelarre de la euforia con fundamento y datos. Ojalá represente también la convención de la experiencia, la sensatez y los pies en el suelo.