Héroes deportivos para el turismo español

La noticia de que Iberia ha fichado a Pau Gasol como “imagen de marca” es una decisión acertada aunque supongo que el líder de tantos años del equipo nacional de baloncesto no será barato. Se une así, al elenco de líderes de la sociedad civil con los que la compañía aérea (después de tantos bandazos y con una historia abigarrada a favor y en contra) intentó fijar sus altos vuelos como Plácido Domingo, los astronautas Pedro Duque y López Alegría -por aquello de las alturas, supongo- o el campeón del mundo de patinaje en ejercicio, el madrileño Javier Fernández.

Otras operadoras aéreas de bandera española ficharon antes al “crack” argentino Leo Messi (Air Europa) siguiendo la estela de las grandes transnacionales mundiales que nunca repararon en gasto en estas cuestiones de “marca”. O el caso también del campeón de motos Jorge Lorenzo. Iberostar eligió a Banderas como imagen durante varios años. El éxito va por barrios aunque la praxis no demuestra que suele ser tóxico cualquier implicación política.  

En los grandes y creíbles estudios de reputación a nivel mundial que se hacen sobre España los mejor valorados son siempre esos deportistas de élite de generaciones varias que lo han ganado todo: desde el tenis al fútbol, del basket a bádminton. Desde aquel Fernando Alonso imbatible en los circuitos al Alberto Contador que dominó durante tres rondas consecutivas los Alpes y los Pirineos.

LO MEJOR ENEMIGO DE LO BUENO

Mi tesis es sencilla: si el Turismo es la principal industria de España, si sus ingresos en forma de exportación sostienen de algún modo todo el andamiaje de la economía productiva del momento, habrá que convenir por tanto que habrá que buscar que esa “imagen” tan decisiva –al fin y al cabo el negocio turístico no es otra cosa que confianza, como casi todos- esté representada por los mejores y los más universales dada la globalización irreversible.

Nombres como los de Rafael Nadal, los Gasol, Alonso, Mireia son los que dan una idea del potencial, seriedad y profesionalidad de toda una colectividad. Porque aquí hay muchas golondrinas haciendo verano.

Se lo digo por corto y por derecho a nuestros amigos empresarios del Sector. Lo barato puede resultar caro y viceversa. Hay que jugar, nunca mejor dicho, a lo grande. Porque ustedes son grandes aunque su negocio se encuadre en las pymes.

LO DEL GRUPO SAVOY

Todo lo descrito anteriormente nos conduce directamente a la melancolía si atendemos a las noticias difundidas “urbi et orbi” la pasada semana a propósito de los despropósitos propinados en la Costa Brava catalana por el Grupo Savoy en sus cuatro hoteles en la localidad de Lloret de Mar.

Al final siempre se pilla a los tramposos. Las declaraciones de clientes contando todo tipo de incomodidades, recogidas con profusión por los tabloides británicos y alemanes son una daga en el corazón mismo del Sector. Aquí una golondrina no puede hacer primavera pero vaya usted a contarlo fuera y ante posibles clientes.

He leído en este mismo periódico que la compañía eléctrica Endesa ha pillado “in fraganti” a cuatro hoteles del referido grupo hotelero robando luz. Uno de ellos “Marina Sand”, cuatro estrellas y 243 habitaciones. ¡Imagino el espectáculo cuando fue cortado el fluido! Más de cuatrocientas personas sin luz y sin aire acondicionado en las fechas de la canícula.

Lo irónico del caso es que fue gracias a una avería eléctrica como pudo descubrirse el fraude masivo.

El daño es reparable, claro, pero es como un paso adelante y dos atrás. La cuestión no es que el Grupo Savoy sea perseguido judicialmente y anatematizado por la opinión pública y publicada, no. El gran asunto es que golpea de plano a todos y, consiguientemente, también la “marca España” que tantos esfuerzos hace institucional e individualmente por vender “excelencia”.

De modo y manera, mis queridos amigos, que la estafa no sólo es a la compañía que preside Borja Prado. Principalmente los afectados por esta marrullería incalificable son ustedes/nosotros.

¡De vergüenza propia y ajena! Cuando lo he visto publicitado a toda vela en Euronews y Sky me quise meter debajo de la alfombra. Justamente donde deberían estar encadenados los responsables de este desaguisado en forma de tropelía.

Continuemos.