Hace unos pocos años, no más de tres, Iberia estaba al borde del precipicio. Esto no es una opinión sino un dato objetivo, real. La aerolínea española de referencia fallaba por todos lados de la mano de un consejero delegado tan poco efectivo como sumamente altivo. Tales eran los desatinos que acabó dándole vida a la segunda aerolínea más importante del país.
La situación de Iberia cuando Luis Gallego coge los mandos era deprimente en lo personal y en lo económico. Gallego se sienta nada más llegar con los actores principales de la gran casa, con los que han marcado la pauta de su pasado y presente. Y tras arduas negociaciones -el Sepla y los demás sindicatos eran duros de pelar- llega a un acuerdo para relanzar la compañía.
Se presenta un plan de viabilidad cuya aprobación conllevó duras negociaciones al haber de por medio recortes salariales y enfrente un sindicato corpulento como el Sepla, pero que a la hora de la verdad -cuando toca en sus manos la crudeza de la realidad de una empresa muy endeudada y sin rumbo- acepta las condiciones de los nuevos gestores impuestos por IAG.
Desde el día de aquel acuerdo al día de hoy, la compañía ha ido creciendo paso a paso, sin prisas pero sin pausas, cumpliendo todos los objetivos. Al punto de que la situación se ha revertido y de las enormes pérdidas se ha pasado a un optimismo que los números de julio no han hecho más que subrayar. Los casi 300.000 pasajeros más es otro dato objetivo incontestable.
Gallego le ha dado la vuelta a una tortilla que olía a podrida. Iberia crece muy por encima de su competidor más directo, casi 17 puntos más. Los números están ahí y hablan por sí solos. El ingeniero aeronáutico con cara de niño bueno, de no haber roto un plato, le echó valor en su momento, supo tratar a los dirigentes sindicales y ahora recoge sus frutos en bonos.
Les podrá gustar a unos y disgustar a otros, pero la realidad es la que es. Iberia estuvo a un tris de desaparecer y poco a poco y con buena letra está saliendo adelante. Gracias también a los que aceptaron las condiciones del presidente ejecutivo. Y muy especialmente a los que apechugaron con una reducción de salarios: sin ellos la aerolínea no estaría volando ahora con viento en cola. Pero el que pilotó el relanzamiento fue Gallego.
Me siento feliz por el relanzamiento de Iberia he trabajado en ella 42 años y cuy muy feliz amo la compañía y nada me hace más felíz que su saluda de la crisis me hace muy felíz Enhorabuena sr Gallego
Gallego se encontró hecho el ajuste de personal que se fraguó con RSL, que despidió a una docena de pilotos y les bajó el sueldo un 18%.
El Convenio con Sepla readmite a los despedidos, les sube el sueldo un 6% y mejora sus condiciones de vida durante las imaginarias. Todo un logro para Sepla.
Si le unimos que el petróleo ha bajado a la mitad, pero en 2014 Iberia perdió 311 millones, casi los mismos que en 2013, es difícil calificar la gestión como buena salvo que se esté desinformado.
A ver si escribes de la JAPAN AIR WAYS y de QANTAS,
Creo, que a nadie le interesa los números de compañías extranjeras. Si así fuera habla de todas, te guste mas o te guste menos. PREFERENTE
Solo compañías Españolas
Gracias
El que debe estar mas contento de todos es el Sr Walsh, a este si que le ha salido todo a pedir de boca.
Este artículo parece pagado por el departamento de prensa de Iberia para justificar las 50541 acciones de IAG que han dado al presidente.
En inglés se llama BS (bull shit)
El Convenio Colectivo que se ha acordado con Sepla es bueno para las dos partes. La empresa se compromete a contratar pilotos y a crecer; los pilotos reciben un 4% en tablas salariales más un 2% en pagos por las imaginarias que ahora son más cómodas para los pilotos.
Se readmiten a los pilotos despedidos a cambio de paz laboral y al aumento de puntualidad que estaba en un 50% y fue un arma de Sepla para negociar.
Jamás estuvo en un tris de desaparecer ,consiguieron lo que querían los corsarios que es bajar los sueldos a toda la plantilla para que los directivos se embolsaran sus bonus
Otro éxito de los gestores de Iberia.
Viento en cola hasta que se salgan de pista.
Al borde del precipicio estuvo por la mala gestión intencionada, por la corrupción de bankia, y porque a los piratas ingleses les interesaba. Premian al Sr. Dupuy, por comprar queroseno a precio de oro, y provocar unas pérdidas escalofriantes.... Pero ahorra resulta que han sido los directivos los artífices del milagro de Iberia???
Todo ha sido gracias al sacrificio de los trabajadores.
CORRUPTOS
Otro incumplimiento de promesas y SEPLA sin rechistar.