El periódico digital americano especializado en turismo Skift, publica cada año un informe sobre las denominadas Megatrends, o grandes tendencias que van a ser importantes en el año correspondiente.
Para 2017 destaca, entre otras más previsibles, el gran peso que tendrán los cincuentones en el consumo turístico mundial. Hasta ahora lo moderno parecía ser que las empresas intentaran captar a los millenials , que definen el estilo y nos indican por donde va el futuro. Otros señalaban que lo importante es seducir a los baby boomers ( 1946-1959) que son los que atesoran el dinero y que están llegando a los setenta llenos de energía y con ganas de disfrutar de una inesperada segunda juventud que, aunque posiblemente corta, puede ser intensa.
Pero parece que todos nos habíamos olvidado de los nuevos cincuentones, los nacidos a partir de 1959 y durante la década de los sesenta, que tienen capacidades tecnológicas parecidas a las de los millenials y potencial económico de consumo similar al de los baby boomers aunque son cohortes más limitadas.
Son mucho más jóvenes mental y físicamente que sus padres a esa edad y han iniciado sus familias mucho más tarde. Ya se han librado de sus hijos y todavía no están atados por sus nietos por lo que pueden viajar libremente, desde el punto de vista familiar, dependiendo solo de las ataduras profesionales y económicas.
Saben perfectamente lo que son las experiencias y tienen la suficiente veteranía para buscar un “boutique hotel”, o un alojamiento con Airbnb , donde están creciendo más que otros segmentos de población, en vez de un hotel de cadena. Viajan independientemente, comprando un paquete solo en circunstancias excepcionales. Son cuidadosos con el gasto puesto que aún pueden tener obligaciones familiares.
En este año 2017, según Nielsen el 50% de la población de los países con las economías más desarrolladas del mundo, tendrá más de cincuenta años y dispondrá de más del 70% de la renta disponible. Aunque una gran parte está en manos de los baby boomers, los cincuentones pueden viajar más y gastan más que los millenials.
Aunque es un segmento único, sus hábitos de consumo turístico cambian según las circunstancias. Pueden viajar en grupos de hombres o de mujeres o multigeneracionales. Pueden hacer viajes románticos o de aventura. Sin compromisos paternales permanentes, con recursos y buena salud son la generación más versátil de las que actualmente hacen turismo.
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