Y el sol salió por Antequera

Estuvo a punto de ser capital de Andalucía tras el pacto que lleva su nombre del 4 de diciembre de 1978 que dio lugar a la Autonomía de Andalucía. La población más grande del interior de Málaga, con unos cuarenta mil habitantes, es un importante centro de comunicaciones tanto por carretera, por ferrocarril, AVE incluido, e incluso tiene acceso a cuatro aeropuertos en menos de una hora.

Habitada desde hace más de seis mil años, cuenta con una necrópolis megalítica que fue declarada en 2016 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Destaca el dolmen de Menga una de las cumbres de la arquitectura prehistórica europea con un espacio y una losa superior que impresionan a los visitantes. Es una pena que la zona esté desatendida, con plantas asilvestradas y un edificio, que debía haber sido museo, abandonado. La Anticaria de los romanos fue escenario de varias batallas tras la derrota de los cartagineses en Cerro León.

La construcción de la Alcazaba durante el periodo árabe nos permite admirar hoy día un buen ejemplo de edificio militar de la época, el más destacado de la antigua medina. Tras la conquista cristiana se levantan varias puertas monumentales como el Arco de los Gigantes y se van construyendo, especialmente en el siglo XVI , los edificios que caracterizan a la actual Antequera barroca, como las Reales Colegiatas de Santa María la Mayor y San Sebastián, que junto con los numerosos conventos , Iglesias, y los diversos, y en algunos casos interesantes palacios, hacen interesante el viaje, que en lo que es el centro de la ciudad se completa con un paseo hasta la coqueta Plaza de Toros, muy apreciada por los turistas y una visita al Museo Municipal donde se alojan el maravilloso Efebo de Antequera, escultura romana del siglo I y la sala dedicada al pintor antequerano Cristóbal Toral.

En las afueras, la Peña de los Enamorados, en el límite del parque megalítico, debe su nombre a la clásica historia de princesa mora y preso cristiano que se suicidan juntos por un amor imposible.

También de comienzos del siglo XV, poco antes de la Reconquista, procede la leyenda de la aparición de Santa Eufemia virgen y mártir al Infante don Fernando asegurándole la victoria y que el sol saldría por Antequera. Y el sol salió por Antequera.

El curioso torcal de Antequera, un paraje natural de 1.200 hectáreas es monumento natural de la UNESCO. Su paisaje kárstico de rocas calizas atrae a los visitantes que cuentan con diversas rutas para pasar el día.

La novedad más atractiva es El Caminito del Rey, a unos treinta kilómetros de distancia. La senda de casi ocho kilómetros, tres de ellos por pasarelas suspendidas a cien metros de altura y montadas sobre el camino construido a comienzos del siglo XX para el mantenimiento del canal de agua para la producción de electricidad. Lo que originalmente se llamaba “Los balconcillos de Los Gaitanes”, por el desfiladero por el que transcurre, adquiere su nueva denominación en 1953 como recuerdo a la visita de Alfonso XIII en 1921. Las espectaculares vistas, especialmente desde el puente de 34 metros, y el fantástico trabajo han merecido el Premio Europa Nostra a la mejor rehabilitación del año. Desde su reapertura en 2015 se ha convertido en un gran atractivo turístico, por lo que es necesario reservar, al estar limitado el acceso, por el municipio de ‘Alora, a 50 personas cada media hora y un máximo de 1.300 al día.

En las cercanías se encuentran también los lugares del “Tempranillo “, José María Hinojosa Cobacho, el más romántico de los bandoleros, que besaba la mano de la señoras mientras les quitaba los anillos asegurándoles que manos tan hermosas no necesitaban joyas. Nació en la vecina Lucena, ya en la provincia de Córdoba y le mató su antiguo compañero, El Barberillo, en 1.833, en Alameda, donde tiene una bella tumba patio interior de la Iglesia de la Inmaculada Concepción.

Más de la mitad de sus 28 años de vida los dedicó al bandolerismo llegando a ser “El Rey de Sierra Morena”, pero cuando tras el indulto de Fernando VII se convierte en Comandante del Escuadrón Franco de Protección de Andalucía, una especie de Guardia Civil “avant la lettre”, duró un año escaso . Era mejor bandido que guardia. Existe una Ruta de Tierras de José María, el Tempranillo, que merece la visita y debería ser promovida.