Estaba previsto, pero no por ello es menos sorprendente leer lo que dicen los nuevos responsables de la aviación en Argentina: se acabó el low-cost o, si lo prefieren, se acabó su libertad para decidir cómo operar y, por otro lado, vuelven la regulación masiva.
El gobierno de Mauricio Macri decidió abrir el país a la aviación low-cost que ya prácticamente está en todo el mundo. Faltaba, precisamente, Argentina y algún otro país no importante. Esa apertura, como todos nos imaginábamos, iba a causar un daño importante a Aerolíneas Argentinas y su filial Austral, que son propiedad del estado y cuya eficiencia y productividad son muy bajas. Por eso, los sindicatos y el peronismo, en la oposición en los últimos años, se opusieron con dureza, apuntando a que si regresaba al poder revertirían la situación.
Y han vuelto al poder.
Ahora la situación de las low cost apunta a que va a vivir dos cambios importantes. Primero, van a tener que volar a ciudades y destinos en los que no hay mercado. El gobierno entrante ha declarado en varias ocasiones que no va a permitir que las compañías nuevas que operan en el país sólo vuelen a dónde hay negocio y dejen de atender aeropuertos sin mercado.
La segunda novedad la adelanta el nuevo presidente de Aerolíneas Argentinas: se acabó la desregulación. No es posible, dice, que se conceda libertad de mercado: hay que dar ayudas –se entiende que a Aerolíneas Argentinas– y hay que intervenir para garantizar la supervivencia de la compañía del estado.
Ahora, pues, cuando ya más o menos todas las cartas están sobre la mesa, podemos afirmar con bastante exactitud que Argentina va a desandar el camino y que las que low-cost que se mantengan no serán en realidad low-cost sino que, con mucha probabilidad, tendrán los precios regulados. Nada que no hayamos visto antes, aunque evidentemente cada vez quedan menos lugares en el mundo en los que se mantienen estos modelos.
Gracias a los peronistas de todos los partidos
Parece que en europa las low cost estan haciendo grandes daños a la comunidad europea ellas manejan donde volar y trabajar con tarifas a perdidas total ay ciudades que las subsidian lamentablemente nadie las controlan y para ellos los empleados son descartable donde quedo los derechos de los trabajadores . Ahora se viene el brexit capas que vuelva el protecionismos para las empresas aereas tradicionales