Comprendo perfectamente que la operatividad de Palma de Mallorca, el tercer aeropuerto más importante de España, quede comprometida durante los momentos de una lluvia torrencial. Entiendo que habiendo caído un volumen de agua espectacular en muy poco tiempo, sea imposible la operación normal durante algunas horas.
Sin embargo, en un aeropuerto moderno, que cuenta con la tecnología más avanzada, cuyos servicios son carísimos, no es ni remotamente aceptable que 24 horas después de las lluvias se sigan produciendo retrasos considerables.
En los aeropuertos existe algo que se suele denominar “drenaje”, que debe permitir la rápida recuperación de la normalidad. Cierto que ese drenaje puede verse saturado en algún momento, pero no es aceptable que una hora después del chaparrón no haya evacuado toda el agua caída.
No es admisible que Palma haya llegado a ser en algún momento de este mes el único aeropuerto de Europa que tenía retrasos importantes. En muchos momentos, nuestra situación es comparable únicamente al caos que tiene Italia (muy especialmente Fuimicino), donde operar es un suplicio por la intolerable incompetencia de sus organismos gestores.
Aena, eficaz para ganar dinero, sigue sin demostrar ser capaz de dar servicio como corresponde a un país moderno. Aena sigue estando muy por detrás de los organismos gestores de su nivel, excepto en tarifas y en agresividad comercial con el viajero.
Booking trata de lavar su imagen tras la sanción histórica de la CNMC
Optimismo de TUI para el verano de 2025: más reservas y precios más altos
Tributo a Escarrer en el almuerzo navideño de Fluxá
Victoria de las agencias: no se impondrá un límite a los anticipos
Air Europa planta cara a Turkish: conectará Madrid con Estambul
Cargando ...
Viva no mejora ocupación y centra su nueva oferta en el extranjero
Chetumal: alerta turística por gran cantidad de taxis piratas
Iberia exalta en Navidad el valor de la familia y se suma a Apple
Miedo y sorpresa en Tulum por un tiburón que deja un herido
Aeropuerto internacional de Tenerife Sur. Más de nueve millones de ususarios al año, miles de trabajadores. Los trabajadores llevamos años sin cantina. La cantina daba empleo a más de 30 trabajadores. Ahora en el paro. AENA, en vez de crear empleo en un país con 5 millones de personas que buscan empleo y en vez de mejorar servicios, sólo se preocupa de maquillar sus cuentas. Ese es el verdadero modelo de gestión de AENA. Saludos.
El señor Amador, como siempre, opinando de todo y, por supuesto, atacando sin aportar ninguna situación. Debería Ud. saber que, cuando se planifican infraestructuras, se tienen en cuenta circunstancias extremas que puedan ocurrir, pero siempre dentro de unos baremos. En Mallorca ha habido otras tormentas muy fuertes en poco espacio de tiempo que nunca han tenido el efecto de la del otro día. Por lo tanto, dicha tormenta fue muy superior a las que, normalmente y de forma excepcional, pueden ocurrir. Si por Ud. fuera, habría que preparar los aeropuertos y resto de infraestructuras por si alguna vez hay un terremoto o un huracán en España. Ya de los costes que eso pueda suponer hablamos otro día si eso...
No puedo estar más de acuerdo con Amador!! Yo trabajo en el Aeropuerto de Málaga, y lo que pasó ayer a cuenta de la tromba de agua que igualmente cayó en Máaga por la mañana fue vergonzoso!.
Llovía DENTRO del Aeropuerto de Málaga!! había goteras por todas partes, todo el suelo del aeropuerto mojado y con balsas de agua, muy peligroso para todo el que andara por allí, pasajero o trabajador,;caían chorros de agua en los filtros de pasajeros (varios), se inundaron tiendas de dentro del aeropuerto!!, vuelos desviados a Sevilla;... ¡¡un desastre!!.
y eso en un aeropuerto, que como el de Palma de Mallorca, es de los primeros de España (Málaga es el 5º Aeropuerto de España en numero de viajeros) y que vive también del Turismo! y además moderno, inaugurada la nueva terminal, la T3, en el 2010!
Qué hace AENA al respecto? lo que dice Amador, para cobrar son los primeros, pero para solucionar desde luego que no!. NO dieron aviso alguno, ni compensación a los pasajeros; la cola de reclamaciones era más que larga; sin personal de refuerzo, sin explicaciones, una mala gestión.
Y sí, un aeropuerto por cuestiones de seguridad, entre otras muchas, debería de estar preparado para multitud de contingencias, pero desde luego, no dejar que los techos cedan y llueva dentro de las instalaciones de una terminal que tiene poco más de 5 años de vida!.
Una lluvia torrencial en Málaga no es la primera vez que pasa, y deberíamos estar preparados para ello. Ahí ha habido arquitectos que han tenido que tener esto en cuenta, y NO LO HAN HECHO!. Me avergüenzo de esta situación que además he sufrido en primera persona y que se podía haber evitado, o al menos, minimizado bastante causando muchos menos perjuicios que los causados.
Asi es que opino no lo mismo que Amador, sino mucho más,
AENA debería indemnizar no solo con los costos reales provocados por la lluvia del dia de ayer, sino con los costos marginales y emocionales.
Y si las cosas se planean bien y se ejecutan bien, esos costes se amortizan, pero la ambición romperá el saco!
Me sorprende mucho el comentario del Sr. abhema... En el mundo desarrollado, las infraestructuras de uso público SI que deben estar preparadas para contingencias extraordinarias, incluso para las más extremas (por ejemplo, huracanes o terremotos), pero claro, eso es propio de los países desarrollados a los que, obviamente, hace tiempo que ya no pertenecemos...
Pues el aeropuerto de Santiago de Chile quedó cerrado por un terremoto, los aeropuertos de toda la zona Este de estados unidos cerrados por una ventisca de nieve y las operaciones aéreas canceladas, al igual que cualquier aeropuerto del orbe en condiciones de tormenta de arena, huracán o tifón... Por no mencionar nubes de cenizas volcánicas.
Pero claro, Coral, ya se sabe que a ti eso parece no haberte llegado. Debe de ser que eso de opinar sobre aquello que se desconoce es gratis.
Sr. Coral. Tal y como otra persona le ha señalado, cualquier aeropuerto o infraestructura del mundo, de cualquier país (también de los más desarrollados), no están libres de sufrir circunstancias excepcionales. Por ejemplo, hace 5 años el Aeropuerto de Ginebra estuvo varios días cerrados por una nevada (nieve en Suiza, ¡qué extraordinario!). Es absolutamente imposible tener previstas todas las contingencias y, aunque así fuera, los costes asociados a tratar de prevenir circunstancias muy poco probables harían dichas infraestructuras inviables económicamente. ¿Tiene sentido que un aeropuerto en España esté preparado ante un huracán o un terremoto de cierta magnitud, cuando las posibilidades de que tales sucesos ocurran son prácticamente imposibles? Obviamente no.