Por lo que se ve, en España hemos montado un negocio único, que nadie en el resto del mundo se atreve a imitarnos y que requiere de un tiempo para ser comprendido. Funciona así: tenemos tres sistemas de transporte en competencia, el autobús, el tren y el avión. Cada uno de ellos tiene sus públicos y sus segmentos, pero nosotros aquí hemos conseguido subvertir todo el orden existente que aún aplican por Europa y Japón.
El avión, en teoría, se autofinancia. Si no fuera por el enorme despropósito de Aena, el billete de avión debería ser suficiente para pagar los aeropuertos y sus infraestructuras, financiar a las compañías aéreas y costear la gestión del espacio aéreo. En España, pese a ello, nos cuesta un dineral porque tenemos que financiar la desastrosa gestión del ente público, desde su operación absurda que pasa por el 'buen rollo' con cuanto sindicato se cruce por el camino, hasta los disparates en materia de aeropuertos (tres en el País Vasco, tres en Galicia, el caos valenciano, etcétera).
El autobús, el método más incómodo, se vuelve competitivo porque es el más barato, aunque también es cierto que apenas financia las infraestructuras que consume.
Y después está el tren, que es costoso en inversiones, pero que tiene grandes ventajas ambientales y de comodidad. En todo el mundo, el tren tiene un hueco fundamental en el conjunto del transporte. Hasta ahí, nada llamativo. Lo que no tiene comparación con el resto del mundo es la genialidad que hemos puesto en marcha en este país. El proceso es complicado, pero los resultados son tan increíbles que nadie se atreve a copiarnos. Ni lo hará nunca.
España se ha llenado de trenes de alta velocidad, lo cual ha supuesto unas inversiones absolutamente desproporcionadas. No en vano nadie más se ha atrevido a hacerlas, ni siquiera Alemania, Francia o Italia. Después de hechas las inversiones, nos encontramos con que el precio del billete del tren, incluso subvencionado como es normal, se sale del mapa. Lógico, al no haber demanda suficiente, el billete dispara su precio. Entonces el Gobierno, que se encuentra ante el pavoroso panorama de no tener pasajeros en sus queridos trenes, tiene que bajar el precio del tren artificialmente (nada que ver con hacer una gestión de precios de acuerdo con la demanda). Es entonces cuando logra lo imposible: arruinar al sector aéreo (últimos datos conocidos este fin de semana) y, además, se lleva por delante al transporte en bus, algo que no había sucedido jamás. Y todo, sin salvar al tren, por supuesto.
El círculo se cierra: para mantener un ferrocarril inviable, que nos ha costado el dinero que no tenemos, arruinamos la aviación y el sector del transporte en autobús. Sin precedentes. Tiene mérito lograr resultados tan nefastos, con la participación de todos los partidos políticos, que se han aplicado a conciencia para lograr tan esmerado resultado.
El tren consume energía mediante una catenaria que al final tiene conectada una central nuclear, de carbón o fuel. En el transporte por la catenaria se pierde hasta un tercio de la energía. Energía perdida que por ejemplo un avión usaría para llegar mas lejos o transportar mas gente.
Eso del tren ecológico es solo para físicos de primero de ESO.
" arruinamos" no, más bien ALGUNOS....NOS ARRUINARON YA ...
...dejando los pufos en " entes" varios o directamente en presupuestos con su parte , de deuda por supuesto. ..
...y malvendiendo o regalando todos los activos....
... socializando perdidas como a mas a mas como dicen los catalanes, los 187.000 de € que el FMI ve improbable que se recupere del agujero del sistema financiero español y un larguísimo etc etc etc....
...y sin un solo responsable," todos a una como fuente ovejuna", pero no por el pueblo sino por la casta.
coincido con Conrado, lo mas grave es que no hay ni un resposnable, eso si, unos pocos bolsillos llenos y las arcas públicas vacias por varias generaciones.
Jaime Amador, trabajo bien calculado, mejor expuesto.
El dedo en la llaga. Todos lo sabemos, nadie hace nada y estos inútiles campando a sus anchas.
Verdeguzo, no por simple, el razonamiento, menos verdad.
¿¿Solución??. Solo hay una... ¡¡GUILLOTINA!!
Gani: ¿no se te ha ido la mano con lo de la guillotina? ¿Cada vez que ves que alguien la ha pifiado, reaccionas acudiendo a este tipo de instrumentos?
También estoy de acuerdo con Conrado, se trata de un expolio en toda regla , desfalco de miles de políticos y amigos ¡ sin un solo culpable ! que habremos de pagar todos nosotros nuestros hijos y nietos.
Llegan las elecciones y que cada cual decida quienes son la alternativa real a estas mafias .