Canarias: ansias desaforadas

Este jueves fue un día absolutamente loco para Canarias: primero Alemania y después Gran Bretaña confirmaron que desde ahora mismo se puede soñar con un invierno con turistas. Es la esperanza de que una parte del negocio se pueda recuperar. A buen seguro que aún subsistirán problemas, como el miedo irracional de muchos turistas, pero eso es un asunto mucho menos grave que la situación actual. Igualmente, persiste el riesgo de un rebrote, que exigirá tener todas las alertas preparadas y una capacidad de respuesta eficaz y veloz. Pero, más allá de estos temores, desde estos días en Canarias, miles y miles de personas podrán volver a ganarse el sueldo trabajando.

Esto no sólo afecta –en positivo-- a Canarias. Este fin de semana, un batallón de trabajadores de mayoristas, aerolíneas y agencias de viajes estará reordenando sus planes de operaciones para intentar recuperar lo que se pueda de un año negro. Cuando España se cierra, no sólo padecemos aquí: miles de empresas europeas viven de canalizar esos turistas, y ellos estaban desesperados esperando este cambio en la situación canaria. Hoy por hoy nadie trata de ganar dinero sino de reducir las pérdidas, de recuperar el tono, de sentir que es posible volver a la normalidad, aunque sea a medias.

Este lunes empiezan las vacaciones de otoño de muchos estudiantes del centro y norte de Europa, lo cual era tradicionalmente aprovechado por los padres para tener unos días de descanso en el Mediterráneo o en Canarias. Tal es la desesperación, que WizzAir y Ryanair habían puesto aviones adicionales para atender esta demanda en dirección a Grecia, especialmente después de que la semana pasada toda Italia quedara excluida de los circuitos turísticos por el dichoso virus.

Pero ahora tienen Canarias, un destino realmente poderoso, especialmente de cara al invierno y a las navidades. A ver qué consiguen recuperar pero, en principio, ayer nos ha tocó el gordo. O, siendo un poco más exactos, nos tocó en las dos o tres últimas semanas, cuando se logró frenar al virus en las islas. Ahora simplemente estamos cobrando el premio que habíamos ganado.