Tenemos una Comisión de la Competencia que es propia de un país tercermundista. ¿Cómo es posible que nos diga que el tren y el autobús no compiten en las mismas rutas? ¿Cómo puede ser que considere que la bajada de los precios del tren no tiene repercusión en el transporte por carretera? Pues lo dice y no pasa nada.
Renfe es un monopolio del Estado –la competencia privada nunca termina de llegar, como sucede en los países tercermundistas– que pierde todo el dinero del mundo. Este año ganó una cantidad mínima, porque hemos dividido la compañía en dos: la que tiene ingresos, Renfe, que gana algo, mientras que la otra parte, Adif, lo pierde todo.
El Estado, a la vista de sus problemas para justificar que haya gastado todo el dinero del mundo en una red ferroviaria absurda, ha decidido bajar los precios alocadamente, para intentar salvar los muebles y que al menos los trenes vayan llenos. ¿Cómo iba a la Comisión de la Competencia a cuestionar esta medida del Estado, al que también pertenece?
Algún argumento había que encontrar para justificar tan disparatada postura. Y lo encontraron diciendo que no es lo mismo el tren que el autobús. Como que tampoco es lo mismo un supermercado y un hipermercado y, pese a ello, compiten. Cuando usted pone a 25 euros un tren entre Valencia y Madrid, incluso aunque eso pudiera ser ligeramente más caro que el bus, ¿quién va a viajar por carretera?
La Comisión debería aclararse: si aceptamos que los precios actuales, que son tan bajos que casi llenan los trenes, no son abusivos, entonces ¿por qué Renfe cobraba sensiblemente más antes? Esto es muy sencillo: o abusaba de la posición dominante antes de las rebajas o lo hace ahora. No es posible que ni antes ni ahora esté forzando sus costes para conseguir ocupaciones artificialmente, a costa de sus competidores en la carretera.
Supongo que algún día en el futuro quizás tendremos una Comisión de la Competencia independiente, que elimine de este país los incontables monopolios y amaños que convierten nuestro mercado en un chiste. Especialmente, muy especialmente, cuando el Estado está en medio. El vigilante es quien menos cree en la libertad de mercado.
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Si a la zorra le pones a vigilar el gallinero.. Renfe NO PAGA A ADIF lo que debería costarle. Renfe usa canales , e instalaciones a precios de hace 100 años..
NO ES UN PROBLEMA DE COMPETENCIA.. ES SENCILLAMENTE DUMPING ...
y claro a todos los españoles a finald e año 300 millones de presupuestos del estado.
En defensa de nuestro ferrocarril.
Es mucho más complejo que todo lo que decís.
Tenemos los mejores trenes del mundo, y son del estado, es decir de todos. Un acompañía de bus compra un vehículo y las carreteras las pone el estado, es decir, entre todos. Su beneficio es privado. Los beneficios del tren son para todos, es cierto. Quizás podríamos tener menos AVE y más tipo 200 (km/h)pero el tren funciona con electricidad, es una apuesta de futuro y como los de la bono loto " lo bueno cuesta mucha pasta" y nuestros trenes lo son.
En todo caso de acuerdo con que el tribunal de la competencia discurre por una senda errática y llena de contradicciones.
Supongo que mi opinión no será muy popular pero la hago desde el conocimiento de los dos mundos en los que he tenido la suerte de trabajar los últimos 30 años.
Sí, yo cmo Antonio estoy orgulloso de tener los mejores trenes del Europa. Pero hasta que los malbaraten en una privatización loca.
Acepto pagar impuestos por las infraestructuras y creo que un servicio público debe tener precios accesibles. Pero no admito que me traten de tonto y estoy de acuerdo con "mercado", si preparas una compañía para tener los ingresos, debes ser transparente con los costes, si no es Dumping. O fraude, si lo haces para privatizarla.
Consecuencia: es más complejo y otra vez nos pueden volver a timar a todos los españoles en nuestras narices con una privatización que a saber qué comisiones envía a Panamá.
También voto por una mayor coherencia e independencia de la CNCM.