El chalado

Un diario económico se ha tomado la molestia de traducir en valor económico las cotizaciones bursátiles de las aerolíneas más importantes de Europa. En otras palabras, qué valen estas empresas para los inversores, que al fin y al cabo son los que arriesgan su dinero en estos proyectos. Y, mientras no se demuestre lo contrario, el gran indicador del éxito de una compañía, mientras estemos en una economía de mercado.

Pues bien, el líder europeo es Ryanair. La empresa de ese 'chalado' que es Michael O'Leary lidera la creación de valor en el continente. Quizás sea más significativo si además recordamos que está por delante de Air-France KLM, o de Lufthansa o de IAG, que engloba a British Airways, Iberia y Vueling.

La capacidad de generación de beneficios de la empresa irlandesa supera a todas las demás aerolíneas de Europa, incluso aunque muchos hablen en términos críticos de cómo esta aerolínea ha llegado a ocupar ese lugar.

La segunda en la lista es British, Iberia, Vueling y Air Lingus que, todas juntas en el consorcio IAG, persiguen de cerca a Ryanair. No hace falta hacer una lista de las paradojas que supone ver a estas empresas globales por detrás de una línea aérea que únicamente opera en nuestro continente en vuelos de corto y medio radio, a la que se le atribuyen probablemente con razón que infinidad de deficiencias operativas, en el aprecio por parte del público, etcétera.

La tercera, y esto también es muy revelador, es EasyJet, la otra low cost de gran presencia en Europa, que supera a los dos colosos francoholandés y alemán, aunque está ligeramente por detrás de IAG.

Estos datos no deben ser leídos como una muestra de las bondades del modelo low cost, pero sí de que en términos financieros han ganado la batalla con toda claridad. A nivel de calidad del producto, de mercado, de relaciones laborales, probablemente haya muchos otros puntos a señalar. Pero los datos de valor son, sin duda, muy significativos.