Sería injusto y falso acusar al Gobierno de Pedro Sánchez de la oleada de datos negativos que se han registrado en el turismo en los últimos días, especialmente de la caída del número de visitantes.
Lo que pueda hacer un Gobierno en materia de turismo nunca tiene efectos inmediatos, salvo en algunos casos muy contados. No lo duden, si alguien hubiera acusado al Gobierno de estas cifras, habría habido una reacción contundente, aduciendo, con razón, que las culpas de esto son anteriores.
Sin embargo, la ministra Reyes Maroto, en un ejemplo de la osadía que parece ser consustancial a un político, indistintamente del partido del que se trate, declaró este lunes que los datos que hablan de menos visitantes en verano “son un primer resultado de las medidas que hemos empezado a adoptar poco a poco” y que pretenden conseguir que vengan menos turistas pero con más poder adquisitivo.
La ministra sabe que se equivoca por varias razones: en primer lugar, porque si hubiera tomado alguna medida en el escaso tiempo que lleva al frente del ministerio, no se habría llegado a notar en los resultados que detecta Frontur (el organismo que emitió el informe sobre el mes de julio, que constataba una caída en el número de visitantes) –igual que tampoco tiene culpa en lo negativo–; en segundo lugar, porque la ministra sabe que en el tiempo que lleva en el ministerio no ha hecho absolutamente nada y que probablemente va a dejar el cargo sin haber hecho nada.
Pero más importante, la razón que explica que no haya hecho nada ni vaya a hacerlo en el futuro: en España, la competencia en Turismo es de las autonomías, de forma que a ella la tienen, como antes a Soria o a Nadal, para hacer declaraciones, cortar cintas inaugurales y entrevistarse con jerifaltes. Y nada más.
Lo cual, como vemos, no obsta para que se pongan las medallas que haga falta, apenas ven la ocasión.
Qué gran verdad. El Ministerio y la Secretaaria de Turismo es un puro relaciones públicas cuya única competencia es la promoción de España compatible con la de cada Comunidad, provincia, denominación turística, municipio, etc. a través de Turespaña y dirigir desde ésta las OT por el mundo. Dejémonos de historias porque la realidad es tan cruda como que al menos el 50% del PIB y del empleo no depende del turismo exterior sino del interior, ese gran olvidado y en el que el Ministerio ni pinta nada ni quiere pintar.
Como en tiempos pasados menos Ministerio y más Comisión Delegada del Gobierno para "lo del Turismo" que es mucho desde temas de Consumo en tanto viajeros y consumidores, de Interior, Sanidad o Trabajo, hasta infraestructuras y servicios de transporte, entre otras competencias incluso reguladoras de Hoteles, Apartamentos, Plataformas Digitales, y ¿por qué no? hasta de agencias de viajes.
Por cierto, ¿se ha enterado esa empleada del gerente de la Comunidad de vecinos de España, el Sr. Sánchez, de lo del proyecto de ley de eso de los viajes combinados y esas otras cosas?
Y menos cosas de Maroto que parecen aquellas del de de la moto.