El empresario modelo de ‘Cuéntame’

El presidente del grupo Globalia, Juan José Hidalgo, declaró en una entrevista radiofónica a Pepa Bueno, en la cadena Ser, que “la gente no termina de creerse lo de Internet. Eso es más para los jóvenes”. Exactamente veinte años después de la aparición de la red, esta es la opinión de uno de los empresarios más destacados de España en relación con Internet.

A ser sincero, todos en algún momento hemos sentido cierto vértigo en torno a la red, a su poder, su extensión, a cómo cambiaría nuestra forma de relacionarnos con los demás, cómo afectaría a la venta de nuestros productos, o cómo conoceríamos a la competencia y cómo seríamos conocidos. Pero de esto hace ya más de una década.

Hoy, no es posible seriamente presidir un grupo empresarial puntero en el sector turístico, el que junto con la prensa está más implicado en la expansión de lo que llama “eso”, o sea la red, y hacer una afirmación de esta naturaleza. A estas alturas un empresario de este nivel debería tener totalmente asimilada la nueva relación que tiene su compañía con los clientes gracias a la red, tendría que sentir su lógica como parte de su, ya no tan nueva, forma de relacionarse con los usuarios.

Pero incluso en el supuesto de que él personalmente tenga dificultades en entender esto, debería tener la cautela de no hacer declaraciones que simplemente enfangan a su compañía. ¿Cómo podemos aceptar la exasperante lentitud de la página web de Air Europa a la luz de estas declaraciones? ¿Cómo aceptamos la inconsistencias de su interface, ciertamente no puntera, cuando el presidente hace estas declaraciones?

Me pongo en el lugar de aquellos integrantes de su equipo de innovación y al leer estas declaraciones del jefe creo que tendría que pensar seriamente en buscar otro empleo porque este grupo no parece muy sensible con el presente, no digamos el futuro. Da la impresión de que Globalia piensa más en la hélice que en la reacción.

Por supuesto, las corporaciones turísticas punteras en todo el mundo están en Internet; por supuesto compiten con toda la intensidad posible y, no obstante, sus principales directivos tienen la edad de Hidalgo. Pero no por ello son tan torpes ni tan irresponsables para no entender que la realidad electrónica se ha impuesto y que no cabe cuestionarla y menos en público.

Cualquier día nuestro empresario, que parece un personaje de ‘Cuéntame’, nos reivindica al DC4 como el avión del futuro, vuelve a las máquinas registradoras de los sesenta, y reintroduce el billete aeronáutico en papel. Un poco penoso para ser un líder empresarial.