Los medios de comunicación, especialmente aquellos que tienen inclinación por los asuntos turísticos, han aprovechado la muerte de Fidel Castro para narrar la relación que tiene el sector hotelero español con la isla de Cuba. Ha habido titulares para todos los gustos, como suele ocurrir cuando, en realidad, había poco que decir.
En mi opinión, los empresarios tienen tan poca idea de lo que ocurrirá en Cuba como usted o como yo. Sólo saben que han cooperado con ese país, que eso le ha ido bien al régimen y a muchos ciudadanos, también a los propios empresarios, pero que igual que esta relación se puede ver en positivo, otros la pueden ver en negativo. La relación con una dictadura siempre es conflictiva, porque se hace a partir de ignorar la realidad de fondo. Eso tiene ventajas (para las personas, para los proyectos), pero también admite la lectura contraria.
Cuba probablemente se vaya a enfrentar a cambios en un futuro cercano, porque los Castro van a dejar de ocupar el primer plano. Entonces, desde luego, las cosas no serán igual. La pregunta que ni los medios de comunicación, ni los hoteleros, ni nadie hoy puede responder, es cómo será ese país, cómo será ese régimen, qué ocurrirá.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo