La vida, larga y productiva, de José Hidalgo Acera, el padre de la saga de los Hidalgo, tiene puntos brillantes y otros más oscuros. El conjunto es, sin embargo, envidiable: que un hombre hecho a sí mismo, haya llegado a crear un imperio empresarial es, sin duda, meritorio y digno de alabanza.
Pero Pepe no ha llegado a todo. A diferencia de lo que sucede con casi todos los grupos empresariales turísticos de España, Pepe ha cometido un error en algo en lo que no podía permitírselo: su herencia, el traspaso de poderes a sus hijos.
Uno de los asuntos más espinosos para una empresa familiar es la transición generacional del poder; pasar de padres a hijos puede ser traumático y un buen jefe sabe que ese punto es un lujo que no se puede permitir. Yo no sé si es mejor el padre o el hijo, pero sí sé que ha habido una ruptura, está habiendo una ruptura en los modos de gestión de Globalia y sus diversas áreas, que puede poner en entredicho el futuro de la compañía.
Algunas de las afirmaciones de Javier sugieren que ahora se va por un camino más moderno y realista. Pero en el fondo eso da igual si para lograrlo hay que echar a medio equipo directivo. El fracaso está probablemente en las turbulencias que conllevan estos cambios, que un buen gestor debe evitar a toda costa.
Sin duda, un fracaso en toda regla.
En efecto estos cambios no pueden ser buenos y sobre todo de la manera que se han realizado.
El último en la D. De franquicias. Sale Vesperinas, y ahora quien entra?....se rumorea que Tomás Fernández el denostado regional del norte.
Este señor ha demostrado en su carrera que precisamente no es muy amigo del modelo franquiciado, por lo que no auguró un gran futuro, ni a la Red de franquicias ni a la D de franquicias.
Sólo puedo desear suerte a es grupo de profesionales que vela por nosotros los franquiciado y por supuesto a todos mis compañeros que como yo confían en el modelo de agencia física y tienen una franquicia.
Señores no maten a la gallina de los huevos de oro.
Vaticinó una gran salida de franquicias de la Red.
No hablo por hablar ya que conozco de
o
Decir que el cambio no es bueno es como decir a los antiguos pompeyanos que los terremotos no indicaban nada malo y había que seguir viviendo ahí...
Hay que ser dinosáurico para ir por la vida con esa filosofía....
Cuando Iberia perdió el monopolio podía haberse quedado todo el pastel si lo hubiera hecho mínimamente bien. Pero se rodeó de chusqueros y lamebotas a los que bien pagó...por perder una oportunidad de oro.
Con el viento de cola, creó un imperio con los pies de barro, metió a expuertas a gentes sin formación ni conocimientos cuyos méritos están todavía por probar y hoy son directivos.
Trató el tema del combustible como si de una timba de póquer se tratara. Prestó sus oidos a quienes le vendieron un modelo de cía caduco y sin futuro con un tamaño de empresa imposible de competir. Creó 4 flotas donde había 2 (en operaciones se loaba las excelencias del embraer cuando fue una pésima adquisición...)
Por no tildar de fracasos todos los fraudes, laborales, fiscales o administrativos que estos años ocurrieron, según parece, por generación expontánea en Globalia.
En fín. Igual que un constructor en la burbuja. Cuando se pincha, se acaban las buenas ideas. Pues a Pepe igual. Y la sucesión en Globalia está contaminada no ya por la preparación mejor o peor de javier hidalgo. Si no porque hizo de sus hijos y están donde están, por ser los "hijos del dueño" y no los tres ejecutivos mejor preparados de Globalia. Tiempo tuvieron todos. Ahora, "ajo y agua".