Hace unos pocos días, el ministro de Industria y Turismo, José Manuel Soria, compareció en rueda de prensa para presentar los números excelentes que el turismo está ofreciendo en este ejercicio. Obviamente, la primera asociación que aparece ante los ojos del espectador es que el ministro es responsable de este éxito poco discutible. El ministro, por supuesto, lo sabe, y por eso comparece para explicar unas cifras que para nada son resultado de su gestión. Para ser justo, habría que recordar que si los números fueron malos, la oposición pediría la comparecencia del ministro para desgastarlo, aun sabiendo que ni de lo bueno, ni de lo malo, tiene responsabilidad. O, por lo menos, tiene una responsabilidad preponderante.
¿Por qué está yendo bien el turismo en este año? Fundamentalmente por dos motivos: aún se mantienen la mayor parte de los factores económicos que nos beneficiaron durante estos últimos años (incertidumbre en los países del Magreb, especialmente en Egipto; inestabilidad en Turquía, sobre todo por sus vecinos del Sur y prudencia en el gasto de los consumidores europeos que optan masivamente por destinos más cercanos y seguros que por aventuras transoceánicas). El segundo motivo, más evidente, es que nuestro consumo interno, que había llegado a niveles desastrosos, se está recuperando. De esto segundo el gobierno, efectivamente, tiene parte de responsabilidad, especialmente en el sentido de la celeridad con la que está mejorando el consumo.
Normalmente, si España fuera un país más maduro y crítico, estos datos los debería dar un técnico. De la misma forma que la información de los atascos en las carreteras las dan funcionarios, sería deseable que las estadísticas se presentaran sin buscar estas asociaciones electoralistas que sólo hablan de nuestra inmadurez colectiva.
Lo de que todo va bien deja mucho que desear, pues en mi negocio como los de mi pueblo da lo mismo el gremio van muy mal o sea peor esto no se puede aguantar, y encima tener que creernos todo lo que nos dicen o escriben me parece demasiado y encima soportar cada vez mas impuestos, burocracia y chupa sangres,