¿Este es el calentamiento del planeta?

Los que tenemos alguna edad recordamos perfectamente cómo en los noventa el movimiento ecologista nos anunciaba lo que podría ser el final del turismo: en quince años, decían, la Tierra se calentaría tanto que veranear en Canarias, la Costa del Sol o Valencia sería como pasar un tiempo en el infierno. Quizás algunos también recuerden el anuncio de que nuestros ríos se secarían porque, en concordancia con estas predicciones, en diez o quince años las lluvias serían algo que nuestros hijos sólo verían en las películas. Yo mismo, como periodista, recuerdo haber entrevistado a quienes se temían que nuestro tiempo como país turístico había pasado y que en el futuro la gente iría al Báltico para tomar el sol en el mar, con temperturas aceptables.

Los años han pasado y aquel calentamiento del planeta se ha convertido en este mes de mayo o de junio, con el mayor índice de lluvias de la historia, con las temperaturas más bajas de las que hay constancia desde los noventa. Estos días, en cualquier zona turística española, insólitamente todavía hay que ir de manga larga al menos por las noches, cosa que no se recordaba. Y mucho menos, se predecía. En Alemania, Escandinavia, Benelux y Gran Bretaña, por su parte, nadie recuerda una climatología tan adversa como la de esta primavera. Los indicadores oficiales más o menos coinciden en que las cosas jamás habían sido así. En el Pirineo, en pleno junio un poco de calor provoca el deshielo que habría debido tener lugar meses atrás.

Seamos cautos y digamos que, por lo menos, aquellas predicciones no eran del todo acertadas en cuanto a en qué consistía el cambio climático, que no calentamiento del planeta.