Los polideportivos, los estadios y los equipos deportivos ya llevan el nombre de un sponsor. A cambio de dinero, todo se puede vender.
Ahora, el Gobierno británico está dando un paso más que nos va a sorprender a todos: estudia que las autopistas lleven el nombre de un sponsor. No más coger la A14 hasta llegar a la M23, sino ir por la Mc Donald’s hasta llegar a la Barclays. Esto ya existe --¡cómo no!-- en Estados Unidos,. Pero ahora se da un paso más, cambiando el nombre de la carretera o autopista, a cambio de dinero. El Tesoro ha indicado que pretende poner en marcha esta medida en 2019, lo cual ya se está negociando al menos con una cadena de restaurantes.
La mercantilización de la vida social avanza a niveles que convierten nuestro día a día en ridículo. Porque a usted no le parecerá grave que cambiemos el nombre de las autopistas, pero si nadie tiene nada que objetar, ¿qué nos impide que el siguiente paso no sea ponerle una marca comercial a los aeropuertos o, más simbólico, a las ciudades? ¿Qué tal si en vez de Barcelona decimos la ciudad Damm o si en lugar de Madrid decimos Movistar o si en lugar de La Coruña decimos Zara?
No veo ninguna razón para que no terminemos hasta vendiendo los cementerios o los vertederos de basura, porque todo puede tener un patrocinador.
Francamente, esto puede parecer una exageración, pero lo de las autopistas con nombres comerciales lo parece y, sin embargo, es absolutamente real.
Para algunos, entre los que me temo se encuentran muchos de nuestros dirigentes, todo tiene un precio por lo que todo se puede comprar. Esperemos no llegar a eso, pero no me extrañaría
Mientras sigan libres de peaje, que les pongan el nombre que quieran.