La competencia en el mundo de la aviación es tan feroz que es absolutamente apasionante ver cómo evoluciona, cómo sus protagonistas se las ingenian para sobrevivir, para competir, para hacerse un hueco., la compañía franco holandesa, es un ejemplo de la batalla desesperada por encontrar fórmulas para salir adelante. Precisamente en estos días, en los que una nueva huelga complica la vida del conglomerado francés.
¿Dónde está la interesante noticia? Los aviones actuales tienen casi todas sus piezas conectadas a ordenadores que envían información en tiempo real a centros de control y seguimiento. Un avión aterriza en un país y allí está un técnico del fabricante de sus motores o de su servicio de mantenimiento para corregir algo que no está funcionando bien, para evitar que eso desemboque en un problema en vuelos posteriores. Esa información se transmite automáticamente, sin que los pilotos se enteren.
¿A quién va esa información? Aunque los fabricantes pueden recibir información, el propietario del avión, la aerolínea, decide quién la ha de ver. Y aquí está la noticia (publicada por Reuters): Air France ha decidido bloquear el acceso de los fabricantes a la información que proporcionan los aviones en vuelo.
¿Por qué? Pues porque esa información es dinero. Saber cómo, con qué frecuencia, en qué tipo de situaciones, un avión tiene problemas es fundamental para quien se dedica al mantenimiento. Y Air France-KLM es la segunda empresa mundial en mantenimiento de aviones –por detrás de Lufthansa–, de lo que obtiene el 25 por ciento de sus ingresos. Si esa información fuera a Boeing o a Airbus estaría perdiendo capacidad para competir o estaría regalando datos vitales para reparar aviones, para hacer su seguimiento, para entender los procesos mecánicos de aparatos tan caros y sofisticados.
Vean por ejemplo el caso de Air France con el Airbus 350. El avión acaba de salir al mercado, por lo que Airbus quiere conocer cómo está funcionando. Y no le basta con saber qué ocurre en un avión, sino que tiene interés en tener todos los parámetros de todos los vuelos para determinar qué sucede en ciertas condiciones. Eso es lo que ha bloqueado Air France de sus aviones. Si alguien quiere saber qué pasa con los A-350, ha de ir a Air France, que se encarga del mantenimiento.
Una verdadera batalla, en la que los fabricantes por supuesto que no se van a quedar de brazos cruzados.
Vaya. Pues parece que no todo el mundo sucumbe ante los encantos de airbus.
Claro que lo hacen porque se saben experimentados e incluso superiores.
Menudo contraste con empresas como Iberia. una compañía con ochenta años de experiencia en transporte aéreo y mantenimiento, rebajada por sus directivos a copiante de low cost cuando ya ha pasado la moda.
Y no porque los empleados no sean capaces de estar al nivel, sino porque los directivos tienen la misma experiencia y capacidad que una gamba en orbitar la luna.
Son conocedores de sus incapacidades pero el ego les lleva a eludir a profesionales muy cualificados de su empresa y pagar a airbus por que les facilite tareas de las que no por eso dejan de ser responsabilidad del transportista, No del fabricante.
Toman decisiones como el cambiar los procedimientos, con pasaje abordo, y ceguera de la administración. ¿Que ventajas tienen? Pues fundamentalmente que los pilotos no van a necesitar estudiar para cambiar a empresas de la competencia y que los que firman el manual de operaciones tienen así una salida legal. Por si acaso.
Cuando se les avisa de que todo eso no es mas que un paso mas en el proceso de abananamiento de la empresa, la respuesta que dan es muy corta: "es lo que hace todo el mundo"
Pues no. Ya vemos que hay empresas como Air France o Easy Jet que le recuerdan a airbus que lo suyo es fabricar aviones y que debería centrarse mas en que no se le paren motores, hacer mejores cálculos de sus estructuras y no ocultar grietas en sus aviones.
Los directivos y acólitos repiten. "es lo que hace todo el mundo"
Pero de una Compañía como Iberia se espera algo mejor que "lo que hace todo el mundo".
Y además puede,