La Comisión de la Competencia del Gobierno tiene más bien poco futuro porque se atreve a cuestionar las decisiones de los ministerios. Ya lo verán: en unos meses habrá ceses en cadena. Esto de criticar a quien te ha nombrado para el cargo, por mucho que se haga lo que figura en los estatutos de la Comisión, no será premiado. El último caso, absolutamente saludable para el país, es la crítica a la decisión de Fomento de privatizar una parte minoritaria de los aeropuertos españoles.
La Comisión critica a la ministra de Fomento que el ente semiprivatizado siga siendo un monopolio en la red de aeropuertos, pudiendo aplicar las tarifas que quiera, a quien quiera, sin tener que argumentar nada. O sea, que los clientes, las compañías aéreas e indirectamente los consumidores, carecerán de alternativas para volar, salvo aceptar lo que les imponga la nueva Aena. O no volar.
Tiene razón la Comisión. No existe mejor negocio que atar de pies y manos a los ciudadanos y obligarles a pasar por el aro de un monopolio. Si uno tiene que hacer un viaje interior en España, tiene alternativas, pero si ha de viajar al extranjero, especialmente en un vuelo transcontinental, entonces el nuevo monopolio puede hacer con nosotros lo que desee.
¿Cómo podemos calificar a un Gobierno que mantiene una situación así?
Se llama CORRUPCIÓN haciendo más y más caros aeropuertos, Kms de AVE y carreteras que nadie...
Sin utilizar ni amortizar...