Observo con sorpresa que el gobierno progresista de Baleares ha planteado que uno de los destinos del dinero que prevé recaudar de la ecotasa sea para financiar viajes de los mayores de las islas para viajen dentro del territorio del archipiélago. Al menos así se informó a las agencias de viajes de Baleares. Hemos de recordar que no hace tanto, además de los programas del Imserso, el gobierno de Baleares tenía también su propio programa de subvención de viajes para sus mayores, convocados anualmente.
¿Por qué digo “con sorpresa”? ¿Qué es lo que es anormal en este anuncio? Pues que, por un lado nos habían contado que la ecotasa o el impuesto sobre el alojamiento turístico gravaba una actividad que tiene impacto en el medio ambiente, que provoca un daño y que, con este dinero, se pretende en parte recuperar y, ahora, por otro, nos dicen que el dinero se destinará a alojar a los mayores en hoteles. ¿Cómo explicamos que un extranjero pague un impuesto por una actividad que es ciertamente impactante en el medio ambiente y, al mismo tiempo, se destine la recaudación a pagar las estancias de esos ancianos en hoteles de Baleares? ¿Han de pagar impuestos unos para que los mayores viajen? ¿O es que el alojamiento de las personas de más edad no causa impacto ambiental? ¿O es que este impacto ambiental no cuenta? ¿O es que quizás lo que no daña el medio ambiente es el viaje en avión de estos ancianos?
Seamos más claros: no se puede admitir que los turistas europeos paguen el electoralismo de nuestros políticos, porque lo único que se pretende con estos viajes es fidelizar el voto de estas personas, como ya habían hecho gobiernos anteriores. ¡Vaya contradicción!
Es obvio que si las empresas turísticas de un territorio, dedicaran al menos un 10% de su beneficio antes de impuestos, como Responsabilidad Social Corporativa, para el mantenimiento y mejora de la "cultura del territorio" (desde el punto de vista Social, Económica y medioambiental) se podría compensar con el impuesto de eco tasas y otros.