La historia probablemente les suene, porque ya van varias veces que Alitalia pasa por un momento crucial que redefine su futuro. Y, al final, al menos hasta ahora, sólo estábamos ante engaños, dilaciones, maniobras que no resolvían nada. Alitalia, la compañía de bandera de Italia, es propiedad del Estado, por mucho que a veces lo disimule. Como tal, intentó ser vendida a Air France-KLM, que finalmente desistió; a empresarios privados que no eran auténticos sino que se trataba de una pandilla de amiguetes del poder que esperaban ayudas públicas; a Correos de Italia, que pertenece al gobierno, etcétera. Ahora, finalmente, parece que se vende a Etihad, una de las grandes y emergentes aerolíneas del Golfo Pérsico, la misma que tiene ya un pie en Air Berlin (o los dos).
Hasta ahí, todo normal (si es que algo en Italia es normal). Sin embargo, el punto crítico no es la firma de un papel diciendo que se ha vendido, sino cómo se va a reorganizar la compañía. Alitalia hoy es una máquina de perder dinero, de forma que hay que cambiarla. En el acuerdo de venta se aprobó una reducción de plantilla de algo más de dos mil personas, con lo que no hay ni para empezar a hablar. Alitalia tiene exceso de todo, de forma que las medidas deberán ser muy severas para reencauzarla.
En todo caso, aún está un tanto oscura la cuestión jurídica. ¿Acepta Etihad comprar sólo el 49 por ciento de la compañía, sin el poder de gestión? ¿Acepta poner dinero sin tener las riendas de la empresa?
Como siempre, las historias que tienen que ver con la empresa pública italiana son muy imaginativas, mientras que en los aeropuertos más y más clientes se cambian a la competencia, alguna de la cuales es la española (¿o británica?) Vueling. En unos meses tendremos que ver medidas muy severas en Alitalia o, por el contrario, nos encontraremos con que los árabes anuncian su salida. Será un capítulo más en el hundimiento de una aerolínea que nunca debió llegar a donde está hoy.
Pretender vender el 49% de una cía sin dar poder de gestión al comprador.¿a qué me suena?¿a alguna cía española?
Al final la cuerda siempre se rompe por el lado más débil. Los trabajadores. No los directivos. Ellos son los encargados de hundir a las compañías aéreas y los encargados de recuperarlas.
A qué me suena....? Directivos forrándose...trabajadores a la mi...