Supongo que ya solo queda un puñado de directivos del Sepla obligados a decir públicamente que Michael O'Leary es un impresentable; lo contrario sería una incoherencia por su parte. Pero, salvo esta gente, la mayor parte de la sociedad y, por supuesto quienes entienden de viajes, comprenden que convertir una modesta aerolínea regional como era Ryanair en los noventa en la primera de Europa que es hoy exige unas capacidades y una visión estratégica de primer nivel. Y O'Leary es una de estas personas. Aunque, en descargo de quienes le critican, hay que reconocer que durante muchos años ha ocultado su capacidad bajo la imagen lamentable de payaso chusquero, según él para conseguir protagonismo para su compañía.
Este fin de semana pudimos leer unas declaraciones que contenían una reflexión propia de quien dirige una compañía líder: en un futuro, aseguró, las aerolíneas de largo recorrido contratarán a las low-cost para que les alimenten los hubs. Y se mostró dispuesto a que Ryanair participe en ello.
Probablemente, lo que hoy anuncia O'Leary sea lo que va a suceder en Europa en una década. Basta ver cómo Air France, IAG o Lufthansa no ganan para dolores de cabeza en el corto radio, distrayendo su atención de lo que sí es rentable. Veamos qué implica este anuncio.
En primer lugar, significa que las low cost no van a entrar en el negocio del largo recorrido, porque han creado una cultura operativa muy poderosa que no pueden contaminar con un tipo de aviación que es muy diferente al propio. Mezclar las dos cosas, como ahora está haciendo Norwegian, puede ser peligroso en muchos aspectos. Aunque en los dos casos se usen aviones, son negocios distintos, con problemáticas diferentes. Y tiene razón O'Leary al sugerir que no casan fácilmente.
En segundo lugar, esta afirmación, que tiene lugar mientras British (e Iberia, de paso) le compran su 29 por ciento en el capital de Aer Lingus, reconoce que podemos estar asistiendo a una especialización de las compañías transoceánicas en ese tipo de vuelos, dejando paulatinamente de lado los internos, de corto radio. Pese a ello, siguen necesitando alimentar sus hubs, por lo que low cost y largo radio pueden llegar a encontrar su punto de convivencia.
La pregunta que queda en el aire es bastante sencilla: si las compañías de bandera terminan por desistir de luchar por el mercado de corto radio y se centran en lo que les da dinero, el largo radio, ¿mantendrán las low cost su política de precios o tenderán, por el contrario, a incrementar sus beneficios y dejarse de batallas por cuotas de mercado? Siendo así, la historia se repetiría y deberíamos buscar la aparición de competidores que rompan los nuevos monopolios emergentes en Europa, en este caso el duopolio de Easyjet y Ryanair.
Jaime, Jaime. Que se te ve el plumero.
El sindicato Sepla no tiene directivos.Tiene representantes de los trabajadores.
Y si. Si que vamos a reconocer el merito de ese directivo, que no es tóxico para su empresa como han sido los de aquí, al lograr transformar una pequeña empresa local en una poderosa empresa a nivel internacional. Algo así como lo que hizo Stalin con la Unión Sovietica. Aunque al final fíjate como les fue.
También vamos a reconocer los progresos que tu mismo haces. Ya has podido entender que aunque con aviones sin embargo hay negocios diferentes que no se deben comparar.
Pero bueno volvamos al superdirectivo. Ese ha tenido mas vista que tú. En cuanto ha visto que el negocio de las subvenciones se ha acabado ha tardado un minuto en expresar lo que le gustaría que ahora pasara.
Falta por ver si los directivos de empresas que tienen fundado su negocio en el largo recorrido entran y le ceden parte de la tarta o si en caso contrario el sr. oleari es capaz de mantenerse cuando tenga que competir en igualdad y sin hacer uso de los complejos de los locales.
Totalmente de acuerdo con "viva la revolución", Ryanair ha vivido única y exclusivamente de subvenciones. Sin ellas no tiene nada que hacer.
En este sentido O'Leary ha sido un listillo, nada más!.
En el caso de que desaparezcan las subvenciones directas e indirectas (encubiertas), Ryanair tiene poco o más bien nada que hacer.
Un intento sin duda de lo más inteligente por parte del Sr O'Leary, yo te alimento tu hub y así tú dejas de operar el corto radio.
Y entonces llega la puntilla a las compañías de largo radio, porque si yo controlo el suministro de los hub, porque voy a regalar la parte más jugosa del pastel.
Creo mi compañía de largo, y tu que ya no puedes alimentar tu hub te mueres de hambre.
Muy listo pero no creo que entren en su juego.
Justo deshecho de felicidad en la firma del Convenio ¿Cuando se ha visto eso?
Efectivamente: Luis y Rafael, los directivos del Sepla SSIB