Los que pierden y los que no ganan

Hasta noviembre de este año, Iberia ha perdido en España el 33 por ciento de sus viajeros; Easyjet se dejó por el camino casi el 17 por ciento, mientras que Ryanair redujo su clientela en un 9.6 por ciento. Como se ve, un año desastroso. Lógicamente, estas cifras no son atribuibles a una única razón: por ejemplo, Iberia pierde uno de cada tres pasajeros no sólo a causa de la crisis, sino que además estas cifras reflejan su retirada estratégica de algunos mercados internos, europeos y latinoamericanos; Easyjet, por su lado, ha visto también cómo su negocio en España sufría por la crisis, pero parte de su retroceso tiene que ver con el cierre de su base en Madrid. En el caso de la compañía líder, Ryanair, las pérdidas son un indicador de la caída del mercado y de su retirada de parte de la flota, dado que su modelo de precios bajos convierte en inviable algunos vuelos con las tasas que pide Aena en ciertos aeropuertos.

Sin embargo, yo no quería apuntar sólo a las pérdidas, sino a las ganancias o a la ausencia de ellas. Digamos que si bien la crisis no es un escenario adecuado para la expansión y la conquista de mercado, el cierre de bases, el abandono de líneas y la retirada de competidores es terreno ideal para que algunos puedan crecer. ¿Cuándo podemos encontrar mejor oportunidad? Por eso es importante apuntar a que en ese mismo 2013 que se nos va, Vueling subió su cuota en un 8 por ciento; Iberia Express, en un 35 por ciento, y Air Europa en un 2,3 por ciento.

El 8 por ciento de Vueling no es comparable con el 35 de Iberia Express, porque la segunda parte de una cuota de mercado insignificante, mientras la primera tiene una presencia significativa, sobre todo en Barcelona. En cambio, el dato que me sigue pareciendo llamativo es que ni siquiera en este contexto tan favorable, cuando hay una desbandada de los rivales, Air Europa, que es una aerolínea sólida, que tiene bases firmes, que está presente en todo el país, que conoce el mercado, que tiene redes a Latinoamérica, ha sido capaz de aprovechar la oportunidad. Vueling, por ejemplo, sí ha respondido, sí ha ocupado huecos, sí ha atacado el espacio que se le abría. Pero lo de Air Europa cuesta mucho más de entender, porque pocas veces se dan circunstancias como estas.