No es posible posar en una fotografía con una imagen de un puñal en las manos y salir indemne.
No se puede uno sentar en un despacho ministerial tras haber hecho este ridículo y no comprender que todos los funcionarios que le rodean están muertos de risa por el espectáculo dado.
No se puede tener credibilidad si uno participa en un circo en el que la única intención era movilizar votantes incautos. Encima, quien le indicó que debía posar para esa foto, la engañó: nunca le dijo que era posible que los votantes fueran más listos y descubrieran que más que mostrar miedo a ser asesinada por los violentos, la ministra intentaba captar el voto de manera torticera.
La ministra Reyes Maroto además aceptó el papelón de arrastrarse por los ‘tablados’ madrileños para ver si captaba algún voto, lo que hace de su retorno al ministerio un fracaso doble: vuelve porque no consiguió algo que le parecía más adecuado.
Este es el problema de la política en España: nadie se marcha tras hacer el ridículo. Por supuesto, no es sólo el caso de Maroto, aunque este sea el más reciente. El ministerio de Turismo ha tenido casos en el pasado, con encargados carentes de personalidad, títeres de sus jefes, dispuestos a decir lo que les apunten en un papel sin siquiera entender de qué iba.
Turismo, en España, incluso antes del virus, era el lugar ideal para poner ministros incapaces de pensar. Ha ocurrido con todos los partidos políticos. La razón es bien simple: turismo va solo, no necesita de ministros, ni ha habido nunca uno de ellos. Por lo tanto, es la moneda de cambio para pagar a los inútiles que han captado algún voto, que han posado en alguna foto inverosímil, que han servido de parapeto a sus superiores. Eso ha sido siempre Turismo: un no-ministerio.
Y ahora donde colocamos a Maroto?, ah bueno a Bruselas para completar el Tour politico, porque dudo mucho encuentre una sola puerta giratoria dentro del sector turismo.
Keny, la podemos colocar junto a todos los fachas ladrones que andan sueltos. Seguro que tienen un club para verse en horas ilegales.
O con Pujol no?