No voy a dedicar ni este espacio ni su tiempo a contarles cómo nuestros políticos están hoy preparando sus discursos para el viaje que harán este fin de semana a la feria turística de Berlín. No tiene sentido hacerlo porque ustedes ya se imaginan que muchos de ellos están leyendo apresuradamente por primera vez los apuntes que les han preparado para saber de qué va aquello, para no hacer más ridículo que el que sea absolutamente imprescindible.
Sin embargo, sí quiero comentar lo que es realmente importante: que todos los indicadores apuntan a que vamos a volver a vivir un verano excelente en el mercado alemán. Nuevamente, según los datos que van llegando, los alemanes van a apostar por el producto turístico español, por una serie de razones muy sencillas: la seguridad y estabilidad del producto (saben qué se van a encontrar y valoran que los riesgos son mínimos); precio no alto, acorde con una calidad moderada; necesidad de controlar el gasto total (debido a que aún subsisten las cautelas económicas, que limitan los grandes viajes) y problemas persistentes en la mayor parte de los destinos turísticos competidores en el Norte de Africa y en el Cercano Oriente, capaces de asustar a cualquier viajero. Los datos apuntan a que, además de España, sólo Grecia y quizás Croacia puedan tener también un buen ejercicio, también como resultado de estos mismos factores. En el caso de Grecia ayuda notablemente la bajada de los precios, consecuencia de la caída del nivel de vida en ese país.
Esta es, pues, una excelente noticia para nuestra economía, tan necesitada de divisas. Y nuevamente es el turismo el que trae este maná tan necesario en tiempos de recesión.
Pese a este ambiente positivo, nuevamente es importante recordar que no estaría mal que, además de confiar en que nuestra sola existencia en el mercado sea suficiente para captar al viajero, sería conveniente tener una gestión promocional coordinada, estable, con un plan a medio y largo plazo, con unas políticas públicas suprapartidistas y suprainstitucionales estables y diseñadas profesionalmente. Evidentemente, estamos tan lejos de que estos deseos se puedan cumplir. No obstante, nunca sería ocioso que en lugar de que los turistas nos escojan, fuéramos nosotros los que los persuadiéramos para que vengan.
Mientras las administraciones no se coordinen y el gobierno haga su promoción, los 17 reinos de taifas hagan su promoción, cada diputación haga su promoción y cada ayuntamiento grande o pequeño haga su promoción...... No llegamos a ningún sitio.
Todos esos esfuerzos sumados y coordinados llegarían a cada esquina o rincon del mundo entero, pero por separado nunca llegan
Para cualquier persona que entienda de desarrollo económico (negocios) y social, ser el tercero del mundo en algo (Turismo) convierte esa actividad en ESTRATÉGICA. Tenemos CAPACIDAD sobrada en el sector para convertirnos en el segundo a nivel mundial, lo que podría comportar mejoras muy interesantes en resultados. Pero hay que vender la empresa TURISMO ESPAÑA en el resto del mundo de forma adecuada. Sólo falta que los diferentes gobiernos (más el sector privado) pongan al frente de esto a un equipo CAPAZ Y CON VISIÓN ESTRATÉGICA y los dejen trabajar. En 5 años, conseguiríamos el objetivo. Esto no va de política, sino de desarrollo económico y social. JHE.
Lastima q en este pais de 17 reinos todo este politizado...y de que penosa manera....