Preparémonos: mientras usted y yo seguimos con nuestras vidas normales, los 'expertos' en seguridad aeronáutica están tramando una nueva vuelta de tuerca a la seguridad en los aeropuertos, tras la tragedia del avión ruso de Metrojet, que había despegado desde una zona turística del sur de la Península del Sinaí.
Según todos los datos disponibles, alguien introdujo un artefacto explosivo en la bodega del avión mientras este se encontraba en el aeropuerto de Sharm el Sheihk, Egipto. Ese 'alguien' habría sido una de las numerosas personas que pueden acercarse a un avión en las pistas de un aeropuerto del tercer mundo, que parecen más un mercadillo que un lugar seguro.
Como consecuencia de ello, estos días empezaba a circular entre esos 'expertos', o sea entre los técnicos americanos y británicos que dominan los organismos internacionales de seguridad aérea, la idea de que será necesario modificar las normativas internas de los aeropuertos, para impedir que alguien que 'pasaba por allí', se pueda acercar a un avión. Una vez que han hecho la vida imposible a los pasajeros, se trata ahora de impedir que en las pistas pueda llevarse a cabo la operación de repostaje y cambio de pasajeros y carga con cierta celeridad.
Las normas se hacen a partir de la mentalidad occidental o, incluso, americana. Piensan que todo el mundo se toma las normas al pie de la letra como hacen ellos, con lo que dictan más y más normas. Pero en realidad, el control estricto a los pasajeros que embarcan, una norma que también introdujeron ellos, sólo se aplica con rigor en un puñado de países. En los demás, incluido España, es una lotería. Un día puede que te paren por llevar pasta de dientes, pero otros días no te mira absolutamente nadie, porque les da pereza.
En las pistas ocurre lo mismo. En ciertos países, el control de acceso a las zonas restringidas de los aeropuertos es estricto, incluso para los trabajadores, a quienes además se les estudian sus antecedentes. En otros, por el contrario, nadie controla nada, por mucho que se hayan comprado aparatos para poder pasar la prueba a la que las autoridades internacionales someten a los aeropuertos y por mucho que algunos sean responsables de ello.
En un aeropuerto español, para situarnos en la dimensión de este caos, sabedores además de que España no es quien está peor, un jubilado despistado que buscaba un hipermercado, apareció con su coche en la pista de despegue, sin entender cómo había llegado allí. Imagínense qué controles.
Pronto nos enteraremos de los detalles de lo que se ultima.
Desde luego que semos de pueblo. No es asina don amador?
El caso es que a quien secuestraron cuatro o cinco aviones, según, fueron a los mismos a los que se les ha colado hace unas semanas un caballero en el aeródromo de Los Angeles o tiempo atrás otro caballero accede, bueno no es que acceda es que se salva de morir ahogado en su moto náutica paseando a través de las pistas de La Guardia en New York, etc.
Vamos que desde luego expertos son porque se las han tragado de todos los colores pero aprovechando de los complejos de otros países consiguen obligar a ciudadanos normales a ser tratados como delincuentes.
Y no es que los controles españoles sean malos, yo los haría desaparecer , pero suponer que los filtros son peores que los de USA es simplemente asumir un montón de complejos y arrugarse ante la prepotencia de los vigilantes en USA que, mira por donde, aplican a los extranjeros porque para los locales ya han implementado filtros light.
De todos modos yo personalmente voy a exigir que se cachee al cirujano antes de entrar en el quirófano si es que me tienen que operar del corazón. La seguridad es lo primero.
Ya está el Sr. Amador, de nuevo despotricando de lo mismo una y otra vez.
Mire, soy un trabajador del Aeropuerto de Barajas desde hace más años que los que lleva usted escribiendo en este medio. Con mis propios ojos he visto año tras año endurecerse las medidas de seguridad que nos aplican a los trabajadores para acceder al Área Restringida de Seguridad, a la cual NO SE PUEDE acceder sin una acreditación, con lo que discúlpeme si no me creo de buenas a primeras lo del jubilado que apareció en una pista. Primero fueron arcos detectores, luego controles de explosivos, drogas, alcohol... No voy a decir más, pues el procedimiento ES y DEBE SEGUIR SIENDO SECRETO para evitar que un descerebrado como el egipcio nos meta a los demás un bombazo por donde se empiezan los cestos.
Ese mismo procedimiento secreto, Sr. Amador, es el que usted parece pretendidamente ignorar, presuponiendo que no existe, pero no... existe y es aplicado por los vigilantes de seguridad y los Agentes de la Guardia Civil.
Por ello, sería muy conveniente que de una vez por todas, deje de verter "afirmaciones", infundadas y carentes de cualquier comprobación o estudio previo, acerca de los controles de seguridad, de los teléfonos móviles a bordo, etc, etc. Ya le contesté hace unos meses a su artículo referente a los dispositivos, con fundamentos, datos y explicaciones técnicas probadas y demostradas, pero usted seguramente ni siquiera ha tenido la delicadeza de leerse mi comentario.
Puede seguir escribiendo sus absurdas consideraciones, que lo único que consiguen es que la gente cada día y cada columna que publica le considere a usted un poco más ignorante y atrevido, por no decir nada más osado.
Ahora, vaya y de explicaciones al cónsul Egipcio de por qué ha llamado tercermundista a su país. De paso enséñeles, con su gran sabiduría (de usted), a los americanos, británicos, europeos y demás gente del gremio aéreo, cómo detectar que un desalmado con chilaba va a meter unos kilos de explosivos en un avión, luego refute con datos a los ingenieros superiores en telecomunicaciones de por que los teléfonos no interfieren, y por último, cuénteme como se desternillan de risa todos ellos ante usted. Hágame el favor. De momento, el que se está riendo, soy yo.
Ya me puede poner los negativos que usted quiera. Me da igual.
Un saludo.
Jose P.